Imposible, pensarás; “¿sacrificar la comodidad de un teclado físico, el ratón, y una pantalla de gran tamaño? ¿con lo que ya me cuesta a mi teclear un mensaje de WhatsApp? y no digamos todo un documento en un procesador de textos... en aquella pantalla pequeñita...” pero sí, lo cierto es que Google está pensando en ello. Pero sin quitarte a comodidad de todos los elementos que he mencionado.
La mayoría de los smartphones de gama alta tienen el hardware suficiente como para ser pequeños-grandes ordenadores en nuestros bolsillos: microprocesadores con varios núcleos de ejecución funcionando a frecuencias de más de 1 o incluso de 2 Gigahercios, gran cantidad de RAM, que puede llegar fácilmente a los 8 GB, y espacio de almacenamiento comparable a las unidades SSD de los ordenadores, como 128 o 256 GB.
¿Qué nos faltaría? Pues que al conectar el terminal a un monitor externo, este cambiara su interfaz para adaptarse más al modelo de los ordenadores, con ventanas y una barra de tareas o herramienta equivalente para gestionar las aplicaciones abiertas.
Eso es, precisamente, lo que ya nos proporcionan algunos fabricantes, como Samsung (con su entorno DeX y las bases homónimas), y Huawei con el modo de proyección de su interfaz EMUI. Pero es un añadido que estas marcas realizan al sistema operativo, Android no ofrece un entorno de escritorio... por lo menos hasta la próxima versión.
Y es que uno de los avispados miembros de la comunidad XDA Developers, ha descubierto que existe un entorno de escritorio, por el momento secreto -pero que puede ser activado mediante un PC conectado al teléfono y la utilidad adb-, que todavía no parece estar listo para ser productivo, pero que sienta las bases para la integración de esta opción de raíz en el sistema operativo.
Google ya dispone de una plataforma software para ordenadores de escritorio, Chrome OS, que no está funcionando del todo mal pero que tampoco supone una amenaza a Microsoft Windows, el cual actualmente equipa a tantos dispositivos como Android. Y, hasta ahora, ha habido muestras de un acercamiento entre las dos plataformas, con Chrome OS ganando la posibilidad de ejecutar apps de Android.
Si la compañía del buscador logra que una parte sustancial de quienes utilizan ordenador y smartphone, se decante por emplear uno solo de sus dispositivos para todo, y este sea el teléfono, se encontrará en disposición de robarle una cuota de mercado considerable a Microsoft, ya que aunque solo sea un 4 o 5%, será lo suficiente como para que su plataforma sea considerada el sistema operativo líder en el mercado.
El ecosistema de hardware también está bastante desarrollado, con docks que permiten utilizar el móvil sin problemas conectado a un monitor externo, y de lo que más falta sea tal vez un tipo de dock que permite convertir el teléfono en un ordenador portátil (recientemente hablábamos del NexDock 2).
El deseo de utilizar Android como sistema de escritorio tampoco es nuevo: ahí tenemos, como muestra, el proyecto Android-x86, que mediante voluntariado, ha ido realizando imágenes ejecutables del sistema operativo móvil para funcionar en ordenadores con microprocesador x86-64 (o, eventualmente, x86 de 32 bits). No obstante, sin un entorno de escritorio, si no con el entorno habitual de Android.
En estos momentos, es una incógnita si Google finalmente lanzará este modo de escritorio con la próxima versión de Android, o bien si todavía no va a estar acabado y vamos a tener que esperar una iteración más.
Pero, la cuestión, es que este camino parece que sólo es de ida, y que si bien ello no va a suponer la desaparición de los ordenadores, sí va a representar, a largo plazo, un cambio mayoritario en los formatos que utilizamos, y cambios sustanciales en los equilibrios actuales del mercado.
