El grupo hacktivista pro ruso Killnet se ha responsabilizado de un supuesto ciberataque contra la fabricante armamentística estadounidense Lockheed Martin la cual, y además del avión de combate F-35 Lightning, también fabrica el HIMARS, el sistema lanzamisiles que tanta fama se está ganando en Ucrania como ‘arma milagrosa’, hasta tal punto que en este último país se le ha llegado a dedicar una canción.
Así, no es de extrañar que desde Rusia y los grupos que la apoyan, no se destile mucha simpatía por la fabricante estadounidense que, pese a todo, no parece haber reconocido el ciberataque -y, por ello, me refiero a este como supuesto-.
Desde el grupo pro ruso que afirma haber llevado a cabo el ataque, también se explica que este ha sido de una nueva tipología que va más allá del típico DDoS, el cual busca tumbar los servicios de las organizaciones atacadas durante horas o días, aunque no han detallado su forma operativa y consecuencias.
Como podemos ver en este artículo de Eurasian Times, en el comunicado del grupo se emplea la palabra ‘influir’, lo cual lleva a pensar en algún tipo de sutil manipulación de la información encontrada en los servidores de la compañía, lo cual nos lleva a un ataque que consiga penetrar, de forma efectiva, la seguridad de estos.
No obstante, también podría tratarse de una variante potenciada de los actuales ataques DDoS, y la ‘influencia’ a la que se refiera el comunicado sea la de hacer reconsiderar su actividad a la multinacional norteamericana del sector defensa, algo que es poco probable.
El ciberataque a un proveedor de tecnología militar tan importante para los EEUU como Lockheed Martin como una cosa menor, por lo que el gobierno del país podría tomar medidas si desde Killnet escalan su actividad.
En el tiempo, este comunicado ha coincidido con las afirmaciones extraoficiales por parte del ejército ruso, que han conseguido hackear el sistema informático que gestiona los lanzacohetes HIMARS, algo que tampoco ha sido probado por el momento.