Si bien el veto estadounidense a las exportaciones de Huawei (la fabricante china consta en una ‘lista negra’ de exportaciones que elabora la administración norteamericana), además de las presiones ejercidas por la administración Trump, han hecho daño a la compañía, esta está luchando enconadamente por recuperar mercado y dejar de depender de algunas tecnologías suministradas por las fabricantes norteamericanas.
Así, por ejemplo, el próximo Huawei Mate 30 podría llegar a los mercados sin las apps de Google preinstaladas, aunque monte el sistema operativo Android. No obstante, si bien los smartphones para el mercado de consumo son lo que más llaman la atención, la verdadera lucha por la parte más grande del pastel se realiza, principalmente, en dos terrenos: la infraestructura de conectividad 5G para las operadoras, y las soluciones de la IoT.
Y, por lo que respecta a las primeras, la administración Trump también ha intentado cortarle las alas a Huawei, intentando que sus aliados y países próximos a su órbita, prohiban a sus operadoras emplear infraestructuras de Huawei, algo en lo que no ha tenido tanto éxito, dado que la fabricante china ofrece una tecnología punta difícil de rechazar si se quiere tener una red que proporcione el máximo rendimiento.
Es en este contexto que Ren Zhengfei, fundador y CEO de Huawei, declaraba hace poco que la compañía que dirige se encuentra preparada para lanzar estaciones base 5G construidas totalmente con tecnología propia o que no depende de tecnología importada de los Estados Unidos, según recoge Reuters.
Zhengfei ha indicado que dichas estaciones base ya han sido probadas, y que espera poder empezar a fabricar 5.000 unidades mensuales a partir de este mismo mes de octubre, una producción que aumentará en los próximos meses.
De la misma forma, el CEO de Huawei se manifestó favorable a incluir nuevamente componentes con tecnología norteamericana en las estaciones base que fabrica su compañía si la situación se resuelve, apelando a los lazos que unen a Huawei con algunos de sus proveedores estadounidenses. No obstante, no parece que la administración Trump quiera relajar la situación, por lo menos no en un futuro próximo.