Pese a ser una marca muy desconocida por nuestros lares, Infinix ha conseguido llegar, este pasado mes de diciembre, al top 10 de las principales marcas de teléfonos del mundo por el número de entregas (shipments, que no es lo mismo que terminales vendidos) según IDC, y sigue creciendo en el marco del grupo Transsion, al cual pertenece.
La estrategia de esta marca pasa por dirigirse al público joven, ofreciéndole terminales personalizables y de buen rendimiento, a un precio más contenido que las marcas dominantes en el mundo. Ejemplo de esta estrategia es el GT 10 Pro, un terminal concebido para gaming con un coste asequible.
El GT 10 Pro se basa en cuatro pilares, siendo el primero de estos el microprocesador MediaTek Dimensity 9300 de ocho núcleos. El segundo está íntimamente relacionado con el primero, y consiste en el uso de IA para optimizar el uso de esos ocho núcleos, ajustando su empleo de forma dinámica según las necesidades de ejecución de aplicaciones del terminal en cada momento.
Un procesador gráfico dedicado, con una pantalla Always-on HDR que busca optimizar la experiencia de la imagen con la tecnología de baja latencia MotionEngine que suaviza las transiciones entre frames, constituye el tercer pilar de este terminal.
El cuarto y último tiene que ver con una consecuencia no deseada de la potencia del hardware en un espacio tan constreñido: que se calienta. El Coolmax System de Infinix es un sistema de refrigeración para el GT 10 Pro que combina ventiladores con un refrigerador termoeléctrico (TEC por sus siglas en inglés), formando un conjunto que es capaz de rebajar en hasta 10 grados centígrados la temperatura del smartphone mientras jugamos con él (que es una de las tareas más exigentes que puede afrontar un termina y que, por lo tanto, más lo pueden calentar).
La tecnología Extreme-Temps Battery facilita que la batería de este dispositivo funcione correctamente a temperaturas muy bajas, lo cual constituye una prueba de fuego para cualquier batería, y no es la única tecnología que el GT 10 Pro incorpora en esta área.
Infinix AirCharge es una tecnología que permite cargar el terminal a una distancia de hasta 20 centímetros del pad de carga. Sería interesante poder probarla, puesto que todas las infografías que mostró Infinix durante su presentación, exhibían el teléfono ‘levitando’ sobre el cargador, cosa que, evidentemente, no pasará en la realidad. Así que saber si poniéndolo tan sólo cerca y al lado, ya será suficiente.
Y, finalmente, una rareza: para facilitar la personalización del terminal a los jóvenes, la parte posterior dispone de un panel que se puede colorear vía software (E-Color Shift Technology). Curioso, sí, pero es de esas cosas que me temo que, al cabo de un mes de tenerlo, ya nadie se fijará en esto.
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