Según relata la BBC, una ‘misteriosa’ agencia de maketing llamada Fazze intentaba, hace poco, reclutar a influenciadores en plataformas como YouTube o Instagram para que generaran contenido viralizable para desprestigiar la campaña de vacunación, amparándose en mentiras.
La principal mentira era que el contenido debía basarse en una filtración de información de la Agencia Europea del Medicamento publicada por el rotativo francés Le Monde que, supuestamente, revelaba que la ratio de mortaldad entre gente joven vacunada con Pfizer es tres veces superior a la vacunada con AstraZeneca.
Si bien el artículo de Le Monde existe, en él no se menciona ningún dato sobre muertes de personas vacunadas. No obstante, la mención a un público que, en general, es poco propenso a contrastar las noticias, habría provocado o bien el refuerzo de la idea antivacunas en algunos casos, o bien las dudas en otros, al tratarse de un medio tan conocido y prestigioso como Le Monde.
También se proporcionaba una estadística, que debía citarse, sobre las muertes de personas con el ciclo de vacunación completo, acaecidas en distintos países. Dicha estadística contenía truco para ‘inflar’ la cifra de defunciones, pues incluía todas las causas como, por ejemplo, los muertos en accidentes de tráfico. Obviamente, llevar la pauta de vacunación completa no te hace más propenso a sufrir un accidente de coche.
Otros contenidos también fabricados para desinformar sobre las vacunas, fueron ofrecidos a los influenciadores tentados con la oferta, para que estos pudieran realzar sus argumentos.
Pero es que, además, a los influenciadores que recibieron la oferta (de pago, obviamente), se les instruyó para que no presentaran el contenido como patrocinado, una práctica que en algunos países -como Francia- está prohibida.
Según las instrucciones dadas por Fazze, el vídeo realizado por cada influenciador debía parecer fruto de la propia opinión y reflexión de este, y no mencionar que era una contraprestación por un pago.
Dos de los influenciadores, el youtuber y periodista germano Mirko Drotschmann, y el youtuber galo Léo Grasset, decidieron denunciar públicamente la acción de Fazze en Twitter. A partir de aquí, otros influenciadores también declararon en público haber recibido la misma oferta por parte de Fazze.
A la hora de contactar con los youtubers, Fazze les indicó que su cliente (quien ponía el dinero para pagarles) prefería quedar en el anonimato, algo que a los influenciadores ya les pareció sospechoso.
Daniel Laufer, periodista alemán, ha detectado dos influenciadores que podrían haber aceptado la oferta de Fazze, ya que publicaron contenidos fuera de lo normal sobre las vacunas que se alineaban con las directrices marcadas por Fazze: se trata del youtuber indio Ashkar Techy, y del instagramer brasileño Everson Zoio.
Al ser contactados por Laufer, ambos influenciadores retiraron sendos vídeos de sus perfiles, pero sin hacer ningún comentario al respecto, ni dar declaraciones al periodista germano, así como tampoco responder al intento de contacto de la BBC.
