Lanzada hacia el espacio el 5 de septiembre de 1977, la sonda Voyager 1 es el objeto creado por el ser humano que ha llegado más lejos de la Tierra, habiendo entrado en el espacio interestelar en agosto de 2012, además de haber seguido entregando datos de telemetría durante todo este tiempo. Por lo menos, hasta noviembre del pasado año 2023.
Pese a que los sensores de la nave parecen estar funcionando correctamente, esta es incapaz de mandar datos de forma coherente a la Tierra, ya que todos los datos que está recibiendo la NASA están corrompidos, siendo inutilizables.
El origen del problema es uno de los tres ordenadores de a bordo, el FDS (flight data subsystem), que es el encargado de empaquetar los datos recopilados por los sensores y los de ingeniería de la propia sonda, previo paso a que la unidad de modulación de telemetría los mande a la Tierra.
En marzo, el equipo de ingeniería encargado de realizar el seguimiento de la sonda, fue capaz de analizar el fallo a partir de un volcado de la memoria, hallando que un 3% de la memoria del FDS se ha corrompido, provocando con ello que el ordenador no pueda funcionar con normalidad.
Los ingenieros de la NASA sospechan que el responsable de este problema es un solo chip, que aloja la memoria afectada. Las causas del malfuncionamiento se desconocen, pero el equipo de la agencia espacial estadounidense teoriza que podría ser debido a la colisión con una partícula energética, o bien simplemente a que tras 46 años de funcionamiento, se ha fundido.
¿Tiene solución este problema? Los mismos ingenieros se muestran optimistas, pero no es simple: requerirá reprogramar, mediante una actualización del software, el ordenador para que esquive la porción de memoria afectada en su operativa.
Esto, a varios millones de kilómetros de la tierra, con un delay de casi un día, lo que significa que cuando se manda una instrucción desde aquí a la sonda, esta tarda casi un día en llegar, más un día más de recibir la respuesta de la Voyager 1.
Y, por si esto fuera poco, difícilmente el equipo de ingenieros podrá someter a prueba esta actualización hasta el momento de instalarla, puesto que el hardware que utiliza la sonda, ya hace tiempo que está desfasado, por lo que tendrán que fiarlo todo a emuladores de software para realizar las pruebas pertinentes antes de su instalación. Por ello, todavía tardarán unas semanas o, incluso, meses.