Si bien las comunicaciones con las bases militares y, en caso de movilización y conflicto, con los puestos de avanzada y bases temporales, para hacer llegar al personal militar en servicio activo las comunicaciones de sus seres queridos con la máxima eficiencia y velocidad es algo que siempre se busca para poder mantener la moral de los soldados alta, muchas veces la cadencia en la distribución de la correspondencia se hace larga, con lo que la falta de noticias (y pensemos que en muchos lugares, el uso de ordenadores y comunicaciones telemáticas se encuentra limitado o, directamente, es imposible) de casa es algo que debe subsanarse.
Para ello, en Estados Unidos, un grupo de veteranos del ejército, de familiares de militares en activo, y de civiles concienciados en el apoyo a las fuerzas armadas de su país, han creado Sandboxx, un servicio que se ofrece a través de una aplicación móvil, y que es una buena muestra de la hibridación entre la tecnología de vanguardia y los métodos tradicionales de toda la vida para llegar a aquellas personas que más necesitan las noticias y el cariño (aunque sea expresado por carta) de sus seres queridos.
¿Cómo llegar lo más rápido posible a dónde no hay ordenadores y, por lo tanto, tampoco hay correo electrónico? Fácil: se utiliza el correo electrónico (en este caso, un servicio de mensajería interno a la app que hace la función de e-mail), pero el mensaje se imprime en el punto más cercano al destinatario en el que esto es posible, se ensobra y, a partir de ahí, circula y llega en el formato de carta tradicional.
Esta operación tiene un coste, que pasa por sumar el precio de impresión con el del sello para el envío, además de que la parte digital también tiene un coste en servidores, personal, mantenimiento, etc. Por ello, el servicio que proporciona Sandboxx no es gratuito, sinó que está sujeto a un ‘peaje’ de pago: podemos adquirir paquetes de varios mensajes a distintos precios, según el número de comunicaciones que deseemos/necesitemos hacer.
En las comunicaciones, también se incluye el envío de, por lo menos, una fotografía, que se envía igualmente en formato digital, y se imprime para que llegue en papel a su destinatario.
En definitiva, este es uno de los ejemplos perfectos de cómo las nuevas tecnologías no solamente pueden convivir con los viejos métodos y sistemas de toda la vida sinó que, además, también pueden trabajar conjuntamente para conseguir objetivos imposibles o más difíciles para cada uno en solitario.