Un campo de fútbol americano mide 110 metros de largo por 48,8 de largo, no es un tamaño menospreciable. En Irlanda, concretamente a las afueras de Ennis, la compañía Art Data Centres quiere establecer un gran centro de datos que tendrá un tamaño equivalente a veintidós de las canchas que acabo de citar.
Ennis es una pintoresca localidad situada al oeste de Irlanda, cerca de Limerick, y uno de sus principales atractivos turísticos es su abadía, que se encuentra en un estado ruinoso pero que acoge un curioso restaurante. Un centro de alta tecnología de este tamaño, aunque sea situado en las afueras, choca frontalmente con el ambiente que se respira allí.
Pero no es solamente este factor el que desencadena las dudas, si no su sostenibilidad medioambiental. Por ejemplo, los datos que maneja Eirgrid -la compañía estatal de transporte de energía- apuntan a que entre 2029 y 2030, el consumo energético de los centros de datos supondrá entre un 10,8% y un 11,2% del total de la isla, por encima del consumo industrial y el comercial, y solamente por debajo del doméstico, duplicando el 5,5% actual gracias a un incremento sostenido, y en un contexto en el que el consumo total se verá notablemente incrementado.
Para cumplir con los objetivos europeos de transición energética hasta el 2030, todos los países (incluido Irlanda) deben cambiar una parte sustancial de sus sistemas de producción energéticos, tarea que se antoja todavía más dificultosa en un marco de incremento del consumo.
Irlanda es un polo atractor para las grandes multinacionales tecnológicas, gracias a una fiscalidad muy favorable que les permite establecer sus centrales europeas y, mediante juegos malabares con la facturación en el resto de los países de la Unión Europea, acabar ahorrando en el pago de impuestos, lo que perjudica al resto de los países de la Unión.
Además, el clima irlandés es idóneo para la instalación de unas infraestructuras, como los centros de datos, que generan una gran cantidad de calor que debe refrigerarse, con lo cual el gasto por este concepto -que puede ser uno de los más importantes de todos en los grandes centros de datos- también disminuye en estas latitudes.
El proyecto de centro de datos de Art Data Centres para Ennis supondrá, según indican en la CNN, una inversión de 1.200 millones de euros, una entrada de dinero que el gobierno irlandés ve con muy buenos ojos. No obstante, y según la misma CNN, no queda claro qué compañías tecnológicas serán las clientes de este centro de datos, si es que ya hay alguna apalabrada.