Las declaraciones de la cancillera Merkel han caído como una losa para los oídos españoles. Según la política alemana España debería cambiar su modelo productivo para adscribirse a las políticas europeas económicas que a día de hoy se destilan desde Bruselas. Según ésta, el modelo español está obsoleto en comparación al alemán.
Sus palabras parecen lógicas teniendo en cuenta la fuerte demanda que su país ha hecho de personal cualificado para los siguientes años.
Lo que nunca se dice es que en el período de crisis la industria española ha sido la que más ha crecido en Europa con un ritmo de auge superior al 2 por ciento mientras los germanos no superaban el tímido 1 por ciento.
Es por este motivo que parece un tanto extraño que Merkel afirme tales cosas. Podríamos llegar a pensar que la señora alemana ha empezado una cacería sin tegua contra una España que ha hecho denotados esfuerzos para ser un europeo más los ojos de Francia y Alemania.
La cancillera es por algún motivo la mayor representante de Alemania. Presuponemos pues que sus opiniones tienen un fundamento. Es cierto que España ha crecido más que otros países. De todas formas ha caído también en la autocomplacencia de las cifras y no se da cuenta de que su modelo tiene los días contados. Hacen falta más inversiones en las NNTT que ahora pasan a ser el billete de entrada hacia un futuro totalmente globalizado y muy competitivo.
Aun así en ocasiones la cancillera Merkel resulta cansina y debería callar sus más clamorosas opiniones para descubrir que sí su país tiene un funcionamiento tan pleno es en gran parte gracias a estados como el español que durante mucho tiempo ha protegido la producción de su industria en sus fronteras.