La cara oscura del teletrabajoEscrito por Redacción TNI el 26/05/2020 a las 17:32:441292
Cuidado con pronosticar que el mundo laboral tal y como lo habíamos conocido ya está sentenciado de muerte gracias al teletrabajo. La pandemia del coronavirus nos ha mostrado que es posible un mundo en el que el peso de la presencialidad en las empresas sea menor, sin embargo, hay que ser cautos.
En primer lugar, las estadísticas demuestran que el teletrabajo no se reparte de modo equitativo entre los diferentes grupos socioeconómicos en España. Así, según una encuesta del Diario de Madrid, el 73% de las personas que cobran más de 5.000 euros mensuales han podido quedarse en casa, mientras que solo el 13% de quienes cobran entre 500 y 1000 euros han podido teletrabajar. En resumidas cuentas, el teletrabajo tiene un componente clasista que puede ahondar aun más la brecha entre personas con rentas distintas.
En segundo lugar, pese a que durante el confinamiento hemos podido reconvertir algunos trabajos que se hacían en oficinas en trabajos que se hacen en casa, debemos preguntarnos si estamos ante un teletrabajo real. ¿Quién paga la electricidad que consumimos? ¿El material de oficina que durante estos dos meses se han pagado los trabajadores? ¿Las sillas para pasar ocho horas sentados? ¿La conexión a internet?
Son preguntas que, si de verdad vamos a virar hacia un modelo de teletrabajo, debemos hacernos.
Por último, existe un tercer punto sobre el que reflexionar: la ciberseguridad. Durante el mes de marzo el total de ataques por sistema remoto a ordenadores fue de 19 millones en toda España. Eso supone un pico que rebasa en mucho al registrado durante el mes anterior cuando, según Kaspersky, los ciberataques fueron 5 millones. ¿Podemos asumir este nivel masivo de agresiones virtuales en un modelo de defensa descentralizado? Noticias Relacionadas:Los teletrabajadores son más rentables Teletrabajo para combatir la despoblación en áreas rurales |