La clasificación automática de vehículosEscrito por Redacción TNI el 28/04/2015 a las 17:50:154257
La necesidad de contar los ejes de los vehículos y sacar la medida de las ruedas se ha convertido en un aspecto importante para una gran cantidad de aplicaciones de estadísticas de tráfico y soluciones de Clasificación Automática de Vehículos (AVC en inglés).
Los sistemas más comunes para detectar estas características se basan en sensores de presión instalados en las carreteras. El asfalto se corta para incrustar sensores que con el paso de los vehículos entran en contacto con las ruedas. Estos sensores sufren una gran degradación y en poco tiempo disminuyen su eficacia; y más en carreteras o autopistas con mucho tráfico de vehículos pesados. Sin embargo, es fácil encontrarlos en autopistas o en los anillos de las grandes ciudades, hecho que indica su gran popularidad.
Un paso que va más allá en la tecnología de la detección de ruedas y ejes es la integración de sensores ópticos en los sistemas AVC. Similar a una “intervención laparoscópica” en la carretera, los sensores ópticos se introducen en los laterales de la carretera, evitando la intrusión de material en la superficie de esta. En lugar de tener sensores físicos cruzando el ancho de la carretera, en esta nueva situación podemos encontrar haces de luz, invisibles para el ojo humano funcionando como detectores de ejes y doble rueda.
Los beneficios de esta solución son rápidamente apreciables ya que el paso de los vehículos no causa degradación en los sensores, por lo tanto la carretera puede estar al día con sus trabajos de manutención tanto correctiva como preventiva como reparaciones de calzada o aplicación de sales en la estación invernal.
Los sensores ópticos también ayudan a eliminar la detección de falsos ejes o dobles neumáticos ya que no llevan intrínseco el error asociado a las oscilaciones verticales del sensor de presión.
Con el sistema AVC óptico, se proporciona una nueva funcionalidad, la habilidad para detectar los ejes elevados que se encuentran en los vehículos pesados, como autobuses y camiones. Con los sensores de presión, los ejes y ruedas solo pueden detectarse cuando tocan el suelo. No es posible implementar sensores que detecten los ejes elevados usando solamente sensores de presión; se necesita añadir otros equipos.
Aunque el punto débil de la tecnología de detección óptica es tradicionalmente considerado su baja fiabilidad contra condiciones ambientales extremas, como tormentas o barro, ya contamos con nuevos desarrollos en LEDs y lentes que combinados con una adecuada redundancia de fotocélulas da como resultado un sistema mucho más robusto frente a estas condiciones atmosféricas. En condiciones extremas como carreteras con hielo, los detectores de presión pueden sufrir daños por la propia congelación del agua intersticial y por la sal, mientras que los sensores ópticos no se ven tan expuestos y mejoran el rendimiento.
Los puntos anteriores han animado a muchos operadores de carreteras a implantar sistemas AVC con sensores ópticos, incrementando su grado de satisfacción en cuanto a rentabilidad y vida útil. Este tipo de solución nos la podemos encontrar instalada con éxito en muchos países con condiciones meteorológicas dispares como: México, Brasil, Chile, India, Rusia y España.
Un sistema AVC tiene un mejor desempeño cuando utiliza sensores ópticos con una lógica y algoritmos personalizados a los requisitos de cada país adaptado a su parque vehicular. La tecnología para llevar esto a cabo está disponible para la gran mayoría de aplicaciones de trafico AVC y relacionadas con las smartcities.
En un próximo artículo les explicaremos que posibilidades adicionales tiene esta tecnología aplicada por Tecsidel que son muchas y variadas.
Nos gustaría agradecer la aportación de Héctor López (Sistemas de peaje de Tecsidel)
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