La digitalización ha demostrado ser una valiosa alternativa durante la pandemia para facilitar el acceso de las personas a la atención sanitaria. Pero no sólo eso. También se ha revelado como una opción segura y efectiva para monitorizar tras el alta hospitalaria a pacientes con enfermedades crónicas, como la hipertensión arterial y sobrepeso, o agudas, como la infección por COVID-19.
“La digitalización nos ha permitido seguir en remoto a nuestros pacientes tras ser dados de alta del hospital, lo cual ha evitado que tuvieran que acudir al centro para su control y ha puesto a su alcance todos los recursos asistenciales que requerían”, ha explicado José Francisco Tomás, director general de Sanitas Hospitales.
El doctor César Morcillo, director médico del Hospital Digital Sanitas, ha liderado varios estudios que avalan el empleo de wearables y control remoto para controlar indicadores de salud. El más reciente de estos estudios, publicado en Journal of Integrative Cardiology, describe cómo se ha aplicado esta tecnología en el seguimiento de pacientes con COVID-19. Las 95 personas incluidas en el estudio habían recibido el alta tras un ingreso por COVID-19 y recibieron un pack con los wearables que les han ayudado a controlar su estado de salud, en conexión constante y directa con el equipo médico a través de consulta virtual.
“Nuestra hipótesis era que podíamos ofrecer a estas personas una alternativa de atención mucho más segura y constante que las citas presenciales en el hospital. Y los resultados han validado completamente nuestro punto de partida”, ha explicado César Morcillo.
El servicio de Salud Conectada de Sanitas “Monitoriza tu salud” incorporado en BluaU ha permitido, en pacientes con COVID-19, detectar alertas por dolor en el 80% de los pacientes, descenso en la saturación de oxígeno en el 12% de los pacientes, y tomar las decisiones terapéuticas oportunas para controlar la situación sin obligar al paciente a visitar el centro ni a reingresar por un empeoramiento de su condición. “Este es un dato clave: ninguna de las personas que hemos telemonitorizado ha requerido reingreso hospitalario. Las 95 personas incluidas en el estudio han tenido una evolución satisfactoria y controlada por el equipo médico”, ha comentado Morcillo.
Seguimiento de enfermedades crónicas
Se espera que antes de 2030 la incidencia de patologías crónicas se haya duplicado en la población mayor de 65 años. Entre ellas, las enfermedades cardiovasculares son las principales causas de mortalidad y, la hipertensión arterial, el factor de riesgo más presente, especialmente en los países desarrollados.
En este escenario uno de los principales grupos de riesgo son las personas con sobrepeso. En su caso, la app Monitoriza tu salud empleada está especialmente formulada para medir su peso, actividad física y calidad de vida. Así, en un estudio en el que han participado 79 pacientes, y cuya monitorización se ha realizado a lo largo de 12 meses, se detectó una pérdida de peso media de unos 1,7 kg. Además, durante este tiempo ningún paciente presentó complicaciones ni requirió reingreso.
“La evidencia científica cada vez es más clara en este sentido, puesto que hemos comprobado que el uso de aplicaciones móviles realmente puede ser efectivo en el proceso de pérdida de peso, siempre como apoyo a la atención médica especializada. El paciente está mucho más vinculado con el proceso y esto ayuda, además, a que él mismo pueda estar más informado y sea mucho más consciente del tratamiento y de adquirir mejores hábitos”, continúa Morcillo.
El sobrepeso es precisamente una de las causas de la hipertensión arterial, otra de las enfermedades que se ha comprobado pueden ser también controladas a través de la medicina digital. El equipo de Sanitas controló la presión arterial de un total de 111 pacientes durante un año a través de un tensiómetro conectado por bluetooth. Junto a la recogida de estos datos, la aplicación ofrecía al paciente mensajes vinculados con la enfermedad y el cumplimiento del tratamiento, lo que reforzó la adhesión. Asimismo, avisaba al equipo de profesionales médicos ante cualquier descompensación, por lo que hacían seguimiento a través de videoconsulta.
Los resultados de este estudio desvelan que este sistema genera mayor conocimiento y formación entre los pacientes, así como detección precoz ante posibles complicaciones; incluso potencia la reducción de la presión sanguínea (5,7 mmHg (4%) de presión sistólica y 4 mmHg (5%) de diastólica).