Pese a que agrupa a operadoras y otros actores del sector de las telecomunicaciones por todo el mundo, la GSMA es una organización en la que Europa tiene un peso específico importante y, de hecho, su sede se encuentra en Londres. Es por ello que no es de extrañar que sea un actor destacado a la hora de opinar sobre los vaivenes de la Unión Europea.
La última intervención pública de la GSMA en este sentido ha sido su rúbrica, junto a otras organizaciones como Digital Europe o CECIMO (Asociación Europea de Tecnologías de Fabricación), en un manifiesto en el que se pide continuar con la integración del mercado único europeo.
Dicho manifiesto comienza esgrimiendo la pérdida de liderazgo tecnológico que el viejo continente ha sufrido a lo largo de los últimos años a manos de los Estados Unidos y China, para pasar rápidamente a culpar al entorno regulatorio, cada vez más complejo y fragmentado, de disuadir a las empresas de invertir y expandirse dentro de la UE.
El manifiesto sigue culpando a la UE de no haber promovido un comercio más unificado y menos dependiente de las fronteras entre estados miembro, cualidades que califican como de esenciales para fomentar la actividad empresarial transfronteriza.
Las organizaciones firmantes también aducen a la falta de la aplicación sistemática de las reglas del mercado único y una completa armonización del marco regulatorio en áreas clave como el medio ambiente, la energía, lo digital y las telecomunicaciones entre otras, los obstáculos para la comunidad empresarial, incluyendo a PYMEs y startups.
Finalmente, el texto pone de relieve la disminución de la inversión extranjera en la UE debido a estas causas, lo que coincide con un crecimiento más lento y una menor capacidad fiscal de los gobiernos, lo cual -concluye- ha exacerbado la crisis del coste de la vida para muchos ciudadanos europeos. También indica que un mercado único eficiente es fundamental para incentivar la inversión y la innovación en Europa, financiar la seguridad social, la educación de calidad y adoptar medidas adicionales para el clima.
A partir de aquí, el manifiesto pasa a proponer las medidas que las organizaciones firmantes consideran necesarias para enderezar la situación, tales como un programa por parte de la UE para eliminar las barreras dentro del mercado único en un marco temporal ambicioso y claramente definido, con el objetivo de avanzar hacia un marco regulatorio más eficiente, simplificado y armonizado a través de los 27 estados miembro.
Las recomendaciones incluyen renovar la dinámica de la integración europea profundizando en el mercado único para impulsar la competitividad, mejorar los estándares de vida, e incrementar los ingresos de los ciudadanos. También se propone eliminar todas las barreras transfronterizas al comercio y revitalizar los principios de libre circulación, lo que podría añadir más de 2,8 billones de euros más allá de esta década, cifra extraída de un estudio de la misma UE.
