En un comunicado público, tanto la GSMA como Connect Europe, las asociaciones que aglutinan el sector de las telecomunicaciones en el territorio europeo, se han mostrado favorables a la aplicación de las políticas delineadas por Mario Draghi (expresidente del Consejo de Ministros de Italia, y expresidente del Banco Central Europeo entre otros cargos) en un informe comisionado por la Comisión Europea sobre los desafíos que enfrenta la competitividad en la Unión Europea.
Dicho informe, titulado The Future of European Competitiveness, contempla medidas como profundizar en el mercado único para conseguir la materialización real de este, y no el remedo que existe actualmente, y fue presentado por el mismo Draghi a principios de este mes de septiembre.
Según la GSMA y Connect Europe, la UE se enfrenta a una presión creciente para mantener su relevancia en el escenario global, donde otros actores como China y Estados Unidos lideran la innovación y el desarrollo tecnológico.
El informe destaca que Europa está quedándose atrás en términos de infraestructuras digitales y, para corregir esta tendencia, se requiere un entorno regulatorio que promueva las inversiones y la modernización.
Sin embargo, la sobrecarga de regulaciones -un caballo de batalla para las operadoras de telecomunicaciones y la GSMA-, así como una serie de problemas estructurales, han limitado la capacidad del viejo continente para atraer inversión y fomentar la innovación. Ambas asociaciones subrayan que es imprescindible que la próxima Comisión Europea aborde estos problemas subyacentes.
Entre las principales recomendaciones del informe de Draghi se incluye la necesidad de una nueva estrategia industrial para Europa, en la que una nueva acta europea sobre telecomunicaciones sea clave para modernizar el sector y fomentar la competitividad.
Uno de los puntos que estas entidades más destacan del informe Draghi es la urgente necesidad de que el sector de europeo de las telecomunicaciones escale para competir en igualdad de condiciones con los operadores de otras regiones.
El texto reza que, sin una reforma en la regulación de fusiones entre compañías, Europa no será capaz de rivalizar con sus competidores globales, lo que conllevaría una mayor pérdida de competitividad. Además, se requiere una reducción de la carga regulatoria actual para adaptarse mejor a las dinámicas competitivas del mercado.
Otro aspecto crucial según la GSMA y Connect Europe, es la necesidad de equilibrar el terreno de juego entre las telecomunicaciones y las grandes empresas tecnológicas, mediante la aplicación del principio de "mismas reglas para mismos servicios".
Esto último debería permitir, en opinión de Draghi, cosas como el establecimiento de mecanismos de resolución de disputas que aseguren resultados comerciales justos en lo concerniente al tráfico de datos, otro de los eternos caballos de batalla de las operadoras, que se quejan que las grandes compañías de Internet consiguen beneficios por sus servicios de pago, pero que ellas deben sufragar el coste de las infraestructuras que permiten el acceso de los usuarios a dichos servicios, y que las grandes firmas tecnológicas no contribuyen a ello, pese a que sacan tajada económica.
El informe también señala los beneficios de realizar procedimientos de licenciamiento de espectro más armonizados a nivel europeo, con licencias de mayor duración y menos restricciones. Esto debería incentivar el crecimiento y promover las oportunidades de inversión transfronterizas, alineando a los estados miembro hacia un mercado más cohesionado, en opinión de Draghi.
El comunicado de apoyo de las dos asociaciones del sector de las telecomunicaciones termina exhortando a la Unión Europea a actuar con rapidez para implementar las recomendaciones expuestas por Draghi, so pena de poner en juego la creación efectiva de un mercado único digital competitivo y, en última instancia, la prosperidad de la región.
También coinciden en demandar una mayor inversión en infraestructuras digitales, ya que, según ellas, esto beneficiará no solo al sector de las telecomunicaciones, sino a todas las industrias europeas.
