Algunos conflictos, como los derivados de las primaveras árabes, empezaron en las redes sociales a través de los smartphones, y probablemente las guerras civiles de Libia y Siria pasarán a la historia como los primeros conflictos en los que el smartphone se utilizó tanto para la propaganda como para transmitir la guerra desde los mismos campos de batalla.
La invasión rusa de Ucrania también ha visto un uso extensivo del smartphone tanto para transmitir lo que ocurría en el campo de batalla, como para la propaganda a favor de uno u otro bando; todos recordamos los vídeos de los ‘kadirovitas’ (soldados chechenos reclutados por el líder checheno pro-Kremlin Ramzan Kadirov) en redes como TikTok, Instagram, o Twitter, así como los vídeos en streaming en directo desde posiciones artilleras que, una vez detectados por el enemigo, eran utilizados para geoposicionarlas, bombardearlas, y borrarlas del mapa.
También los metrajes desde drones en los que se ve como estos atacan -el último ejemplo, la incursión naval en el puerto de Sebastopol- o sueltan bombas sobre el enemigo desde varios metros de altura, han sido una novedad en la cobertura informativa de este conflicto, así como los vídeos en 360 grados facilitados por cámaras de drones y cámaras para smartphones, que cada vez son más accesibles a la población en general al haber bajado de precio sustancialmente.
Un buen ejemplo de ello son las cámaras de la marca Insta360, las cuales se encuentran disponibles tanto para profesionales de la imagen, como para simples aficionados.
No sé si ha sido con una de estas o de otra marca, pero alguien está publicando, a través de YouTube y Twitter una serie de vídeos sobre Ucrania, en los cuales se ven los efectos de la guerra.
Por ejemplo, podemos ver los daños causados al puente de Irpin, o en el estadio Gagarin de Chernihiv, desde una perspectiva aérea, y de forma más interactiva, pudiendo girar sobre nuestro eje para enfocar la zona que más nos interese.
La guerra en Ucrania representa sin lugar a duda el estreno de este tipo de tecnología en un conflicto bélico, pero a medida que sus precios se hagan más populares y veamos más dispositivos capaz de grabar la realidad de una forma inmersiva, más posibilidades tendremos de que los próximos conflictos ya nos permitan echar un vistazo de 360 grados a los campos de batalla y la retaguardia.
Ello, no obstante, no implica que tengamos mejor información sobre las causas y todos los entresijos del conflicto, así como su desarrollo; la misma guerra de Ucrania es un buen ejemplo: amplia disponibilidad de medios y, sin embargo, la proverbial niebla de la guerra sigue siendo igual de densa que siempre...
