Al amparo de Dall-E 2, en estos últimos tiempos han ido surgiendo una serie de servicios online que permiten la creación de imágenes a partir de descripciones de texto, empleando para ello la inteligencia artificial.
Este es el caso de Stable Diffusion, desarrollado por la competencia del Dall-E y que, como este, se encuentra disponible para su uso a través de una simple interfaz web.
Es esta facilidad de uso, con realizar login en un sitio web y, luego, alimentar el motor de IA con una simple descripción de lo que se quiere, lo que les está permitiendo ganar popularidad a unas herramientas que, por otra parte, ofrecen un resultado fotorealístico a partir de lo que nos dicte la imaginación. Es decir, virtualmente, sin límites.
Esta explosión del uso de la IA para generar imágenes también supondrá una interesante opción para los creadores de contenidos online que emplean imágenes de recurso para ilustrar sus artículos (como es el caso de un servidor que firma estas líneas) pero, a la vez, también supondrá un descenso de la actividad (y ello, con un descenso de ingresos aparejado) para los bancos de imágenes que actualmente proporcionan muchas imágenes.
En muchos casos, dichos bancos ofrecen un servicio gratuito pero limitado, con un servicio de pago más completo. El problema que presentan es que algunas fotografías concretas son tan utilizadas que ya son reconocibles.
Si bien los servicios de generación de IA no necesariamente serán gratuitos, y que necesitarán sufragar la potencia de procesamiento que emplean, carecen de la necesidad de almacenar indefinidamente grandes cantidades de fotografías para su reutilización, puesto que una vez generada, el usuario se la descargará.
Probablemente, y a grandes rasgos, el futuro de estos servicios será el de sustituir a los bancos de imágenes para ilustraciones de recurso, mientras que las fotografías realizadas por fotógrafos profesionales quedarán para captar escenas que necesitamos comunicar, como reuniones, accidentes, u otras noticias que debemos ilustrar con los hechos y los testigos.
Y, por cierto, si se lo preguntan, sí: la imagen que ilustra el presente artículo ha sido generada, precisamente, con uno de estos generadores de imágenes mediante IA.