Cada vez más, los drones van encontrando su espacio en aplicaciones de todo tipo como, por ejemplo, la localización de supervivientes enterrados en los escombros de un edificio o alud. En estos casos, la velocidad a la que se ejecuta la tarea de inspección es apremiante, y la inteligencia artificial se encuentra en el camino correcto para superar a los seres humanos en dicho aspecto.
Según informan desde la Universidad de Zúrich, investigadores de dicho centro han conseguido que un algoritmo de inteligencia artificial supere, en velocidad, a dos humanos pilotos profesionales de dron.
No obstante, y debido a la forma en la que se ha conseguido el logro, este todavía queda lejos de su aplicación práctica. En primer lugar porque se necesitó una hora de procesamiento informático (realización de cálculos) para que la inteligencia artificial obtuviera la ruta óptima a seguir y, en segundo, porque para su funcionamiento requiere todavía de cámaras externas.
La prueba se realizó sobre un circuito que los pilotos humanos pudieron recorrer para practicar, conociéndolo así mejor y dando igualdad de oportunidades con el dron. Al algoritmo de inteligencia artificial se le indicaron los puntos por los cuáles debía pasar el dron (un cuadricóptero, cuatro hélices), pero no el camino óptimo a seguir, que es precisamente lo que le llevó tanto tiempo al algoritmo calcular.
Además, dicho algoritmo tuvo en cuenta las especificidades del dron, sus ventajas así como sus puntos débiles, para optimizar el pilotaje. El resultado fue que en todas las vueltas que dieron los tres aparatos, el pilotado por la inteligencia artificial fue el más rápido.
Como he indicado antes, para que este algoritmo sea utilizable en un entorno real, todavía queda mucho camino por recorrer; para empezar los investigadores de la Universidad de Zúrich deben hacerlo menos dependiente de la potencia de cálculo, además de que pueda funcionar solamente con las cámaras de abordo del dron sin depender de ninguna cámara ni otro elemento externo.
Una vez se hayan conseguido estos dos puntos, las aplicaciones pueden ir desde las operaciones antes comentadas de salvamento, hasta la entrega de paquetes, pasando también por aplicaciones militares.
Seguir una ruta de una forma más rápida también permite ahorrar batería, con lo cual se amplía la autonomía de estos vehículos.