En el mundo empresarial existen diferentes niveles de adaptación de las empresas a las posibilidades que ofrece el mundo globalizado y los medios digitales de marketing, distribución, logísticos y de producción. Esta adaptación es clave a la hora de alcanzar la excelencia en un entorno cada día más competitivo. Desde Setesca, consultora TIC especializada en el incremento de valor de las empresas y proyectos de mejora de procesos, se dan las claves que hacen que una empresa pase de “utilizar” las nuevas tecnologías en sus procesos a una que les saque el máximo rendimiento .
Niveles de adaptación
Actualmente ya ni se considera que haya empresas que de una forma u otra no estén adaptando su modelo de negocio al nuevo entorno. Sin embargo, hay varios niveles en este sentido. Utilizar una página de e-commerce para vender productos o poner el catálogo de productos en una Tablet es muy distinto a adaptar de manera eficaz la estrategia de la empresa. Analizando esto, se puede distinguir, por un lado, entre empresas “utility”, aquellas que mantienen su modelo tradicional pero incluyendo herramientas de automatización de procesos (ERP’s) e Internet como medio de promoción (webs y redes sociales). Por otro lado, están las “evolucionadas”, empresas que han repensado su forma de hacer las cosas a partir de los procesos existentes pero básicamente el modelo de cadena de valor es el mismo. Y, por último, las “adaptadas”, las que han transformado sus procesos de negocio para sacar el máximo partido y ser lo más competitivas posibles.
6 claves para ser competitivo
El evolucionar de “Utility” a “Adaptadas”, supone un importante esfuerzo y no es precisamente técnico ya que replantarse el modelo de proceso supone cambiar paradigmas y perder parte de la seguridad que ofrece la experiencia. La principal adaptación que debe realizar cualquier compañía es que en un mundo globalizado, sus clientes pueden provenir o estar en cualquier lugar. Por otro lado, se debe adaptar la comunicación de la empresa para hacer llegar a promoción de los productos a los clientes potenciales a través de los medios digitales, entendiendo bien como aprovechar los mecanismos de posicionamiento y reputación de los buscadores. Asimismo, se deben ajustar los canales de distribución para facilitar la entrega de productos con la máxima eficacia consiguiendo la máxima información en tiempo real y sobre todo poder tomar decisiones también en tiempo real para mejorar la eficiencia inmediatamente.
Otra de las cuestiones que deben tenerse en cuenta es que los procesos logísticos tienen que ajustarse para alcanzar a los nuevos objetivos geográficos con la máxima eficiencia en tiempo y coste comprendiendo que no solo la trazabilidad es básica, sino también poder ofrecer a los clientes el estado de la entrega en tiempo real
Del mismo modo, es necesario adecuar los procesos de producción a la nueva dimensión global del mercado y eso puede querer decir desde cambiar centros de producción, hasta modelos productivos para que la oferta se adecue a cada cliente.
Este modelo de adaptación, requiere mucha complejidad ya que debe realizarse antes o como mínimo a la misma velocidad que los competidores y sin perder margen ni cuota de mercado, y esto implica una gran flexibilidad y capacidad de adaptación de los equipos directivos.
Como beneficio y en contrapartida a los esfuerzos, las empresas que lo están realizando están abriéndose a nuevas posibilidades de crecimiento en mercados y canales a los que otra manera no hubiesen podido acceder.