El informe ‘La verdad al desnudo. Cómo el intercambio de imágenes íntimas ha reconfigurado nuestro mundo’*, uno de los mayores realizados hasta la fecha, ofrece nuevas perspectivas sobre el alcance de las imágenes explícitas que se capturan, almacenan y comparten en los dispositivos inteligentes. Los resultados muestran una relación con la problemática del abuso de imágenes íntimas (AII), también conocida como "porno de venganza". Casi la mitad (47%) de los encuestados en España conocen a alguien que ha pasado por este tipo de abuso online y un 7% lo ha experimentado personalmente. Este fenómeno afecta de manera significativa a las generaciones más jóvenes, con un 77% de los encuestados entre 16 y 24 años y un 68% entre los 25 y 34 años que afirman haber sufrido este tipo de experiencias.
Asimismo, el estudio de Kaspersky revela que un 25% del total de los encuestados ha compartido imágenes de sí mismos con personas con las que están saliendo o chateando y un 16% lo ha enviado a alguien que nunca han conocido en la vida real.
En cuanto al uso de ese material, el 15% de los españoles admite haber compartido imágenes íntimas de otras personas. No solo eso, sino que el 24% de los españoles cree que recibir una imagen íntima les otorga derechos sobre su contenido. Estos datos destacan un aspecto más problemático del intercambio de imágenes íntimas, donde lo personal puede convertirse en un arma para causar daño, intimidar o humillar. Es por ello que establecer límites claros dentro de sus relaciones antes de compartir este tipo de imágenes es fundamental, pero solo un 25% de los encuestados lo hace.
"Conocí a alguien en una página de contactos y comenzamos una relación. Al principio, todo parecía ir bien, pero pronto esa persona empezó a pedirme más fotos íntimas. Al confiar en esa persona, se las envié, sin saber que más tarde usaría esas fotos para amenazarme con publicarlas. Me sentí traicionado y muy vulnerable. La situación fue horrible, y tuve miedo de las repercusiones en mi vida personal y profesional. Cuando ocurren estas situaciones es importante conocer y confiar verdaderamente en la persona antes de hacerlo”, explica una víctima de la venganza pornográfica.
A pesar de lo común que es el intercambio de imágenes, sólo el 22% de los españoles que compartieron una imagen comprometida solicitaron su eliminación del dispositivo de otra persona. El estudio también plantea la cuestión de la llamada "culpabilización de la víctima", ya que casi la mitad (47%) de los encuestados cree que, si has compartido una imagen tuya, sigue siendo tu responsabilidad si termina en las manos equivocadas.
"Los hallazgos de nuestra investigación subrayan la creciente normalización de un problema social crítico: el aumento en el intercambio de imágenes íntimas, especialmente entre los jóvenes, sin considerar las consecuencias a largo plazo", explica Marc Rivero, Lead Security Researcher de Kaspersky. "En los últimos 25 años, la tecnología ha facilitado la captura y difusión de estas imágenes, y se han producido cambios significativos en el comportamiento y las actitudes hacia las citas online, lo que ha acelerado la tendencia a compartir mensajes íntimos. Ser conscientes de los riesgos que se corren es importante para tomar decisiones digitales más informadas".
Inteligencia Artificial, la herramienta que redefine la privacidad de las imágenes íntimas
La IA está transformando la privacidad en el contexto de las imágenes íntimas, planteando serias preguntas sobre el consentimiento y el control de nuestra propia imagen. Tanto es así que un 42% de las personas encuestadas por Kaspersky coincide con la idea de que hoy en día, la gente puede crear imágenes íntimas falsas con IA, lo cual plantea la cuestión de si el consentimiento personal para compartir este tipo de material sigue siendo importante.
"El estudio de Kaspersky pone de manifiesto que el abuso de imágenes íntimas, conocido como 'porno de venganza', es una problemática que afecta profundamente a nuestra sociedad, especialmente a los jóvenes. Por ello, es urgente educar y concienciar sobre el respeto y la responsabilidad en el manejo de estas imágenes. Proteger la intimidad y prevenir la violencia digital es fundamental para construir una sociedad más justa y segura", afirma Encarni Iglesias, presidenta de la asociación Stop! Violencia de género digital.
Un delito regulado en el Código Penal
“Difundir vídeos sin consentimiento es un delito cuando vulnera el derecho a la intimidad, honor y propia imagen de las personas. Para proteger a la víctima, es esencial denunciar a las autoridades. Las opciones son: denunciar por vía penal o civil ante la policía o juzgado competente para conseguir castigo o indemnización, o acudir al Canal Prioritario de la Agencia de Protección de Datos Española (AEPD) para solicitar la retirada urgente de contenidos sexuales. Este canal permite a cualquier persona denunciar, y la AEPD puede ordenar la retirada del contenido y notificar a la Fiscalía si hay indicios de delito”, concluye el despacho de abogados Letslaw, especialista en Internet y derecho digital.
En este sentido, los abogados de LetsLaw destacan que, difundir imágenes o vídeos sexuales sin autorización es un delito según el artículo 197 del Código Penal (CP). Las penas varían: obtener imágenes sin permiso conlleva prisión de uno a cuatro años y multa de 12 a 24 meses; difundirlas, prisión de dos a cinco años; y si la persona que las comparte no es quien las obtuvo, prisión de uno a tres años y multa de 12 a 24 meses. Si se envían imágenes obtenidas con autorización, pero sin consentimiento, la pena es de tres meses a un año de prisión o multa de seis a doce meses.
Además, si el delito lo comete un cónyuge, expareja, afecta a menores o personas con discapacidad, o tiene fines lucrativos, las penas se agravan. La Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual (ley de “solo sí es sí”) también sanciona con multa de uno a tres meses a quienes difundan imágenes recibidas sin consentimiento.
Cómo proteger la privacidad de las imágenes íntimas
Los expertos de Kaspersky recomiendan seguir una serie de consejos para estar seguro:
- Piensa antes de publicar. Hay que ser consciente de con quién compartes tus datos y cuándo. Valora cómo pueden interpretar y utilizar los demás el contenido que compartes online.
- Comprende qué aplicaciones de mensajería son seguras y cuáles disponen de cifrado de extremo a extremo.
- Comprueba siempre la configuración de permisos de las aplicaciones que utilizas, para minimizar la probabilidad de que tus datos sean compartidos o almacenados por terceros -y más allá- sin tu conocimiento.
- Utiliza una solución de seguridad fiable como Kaspersky Password Manager para generar y proteger contraseñas únicas para cada cuenta; intenta no reutilizar la misma.
- Utiliza StopNCII, una herramienta online y disponible a nivel global para ayudar a proteger imágenes íntimas de ser compartidas en línea a través de algunas de las plataformas más utilizadas en todo el mundo.
Si crees que eres víctima de un abuso de imágenes íntimas (AII), guarda pruebas y denúncialo a la policía y a las plataformas en las que creas que están disponibles tus datos.