Antes de que el sucesor de los aviones de combate F-22 y F-35 entre en servicio en la fuerza aérea norteamericana, y tan pronto como en un periodo de unos tres años, deberíamos poder ver desplegados los primeros ejemplares de la familia Skyborg, aparatos no tripulados que ofrecerán una gran versatilidad.
En desarrollo actualmente, no será un aparato único y determinado, si no una familia de aparatos que compartirán determinadas características, como el Kratos XQ-58 Valkyrie.
Al ser aparatos no tripulados, estarán dotados de inteligencia artificial para llevar a cabo sus misiones, aunque también pueden ser controlados directamente por el piloto de otra nave, como un F-22, un F-35, o el futuro bombardero intercontinental Northrop Grumman B-21.
Como ‘wingman’, estos aparatos pueden ayudar al piloto humano a desembarazarse de sus enemigos, así como llevar a cabo misiones de combate con ataques a objetivos tanto aire-aire, como aire-tierra.
Incluso, y en última instancia, el aparato mismo puede ser convertido en una arma arrojadiza en una misión para estrellarse contra otro vehículo y destruirlo. El mismo programa de desarrollo aprobado por la fuerza aérea estadounidense ya especifica que las aeronaves pertenecientes a la familia Skyborg deben ser no solamente flexibles, si no de construcción rápida, fácil y barata.
Probablemente, el objetivo es disponer de una herramienta para limar la diferencia de números ante un enorme ejército chino, el cual ha experimentado un crecimiento técnico inaudito en los últimos años, que lo han llevado a desarrollar una aeronave como el Chengdu J-20, un ‘pájaro’ de quinta generación que puede medirse al F-35 y al F-22.
A diferencia de los tradicionales programas aeronáuticos que preveían que un avión sería fabricado por un determinado contratista, la familia Skyborg dará cabida a aeronaves de diversos fabricantes e, incluso, con distintas características entre ellas.
También tendrán capacidad para formar enjambres de drones, y podrán despegar desde cualquier carretera o autopista, de forma que -como en el modelo suizo de defensa- será posible esconderlos por todos los Estados Unidos para hacer frente a un enemigo que quiera arrasar las bases aéreas, dificultándole de esta forma dar un golpe de una sola vez contra todo el ejército.