Uno de los más inmediatos problemas de los muchos que aquejan a nuestro planeta (y, por ende, a toda la humanidad) son los residuos que generamos. Y es que, pese al incremento del reciclaje a todos los niveles -y, a todas luces, insuficiente- continuamos generando una cantidad de desechos excesiva para que el planeta pueda hacerse cargo de ellos. Y, como buena muestra, la contaminación masiva de plástico en los océanos.
El reciclaje de los desechos creció solamente un 1% en los Estados Unidos entre 2010 y 2015. ¿Por qué como colectivo nos cuesta tanto reciclar? Según un estudio llevado a cabo por la empresa estadounidense Lakeshore Recycling Systems (LRS), ello es debido a que no nos sale a cuenta.
A una empresa le sale más barato ir a echar sus residuos a un vertedero, que entretenerse en separarlos para luego llevar las diferentes clases de residuo a sus respectivos puestos de reciclaje. Y mientras ello siga siendo así, la práctica del reciclaje arrastrará un lastre en el sector corporativo.
Tecnologías al rescate
Y si bien las tecnologías conforman una parte importante del problema, ello no es óbice para que sean parte de la solución.
Gracias a la visión por computadora y la inteligencia artificial, esta ayuda se concreta en un robot separador de residuos llamado SamurAI, que es el que utiliza precisamente LRS.
Dicha compañía es, entre otras cosas, la encargada de reciclar un 35% de los residuos que se generan en la área urbana de Chicago, y es una pionera en el uso de tecnologías en su sector, como la implantación de chips RFID para realizar el seguimiento de los contenedores de residuos en los vecindarios.
La tarea de SamurAI es fácilmente imaginable: separara y clasificar los residuos, “entendiendo” que es cada cosa, y estando preparado también para clasificar objetos y substancias desconocidos.
En su trabajo supera, en velocidad y efectividad a lo que pueden ofrecer los trabajadores humanos en este campo. Si a ello le unimos que abarata costes (con la consiguiente reducción de puestos de trabajo humanos), tenemos el panorama perfecto para que la empresa haga más rentable el reciclaje, y pueda pasar a convertirlo en, incluso, económicamente más atractivo que deshacerse directamente de los residuos.
Otro producto fruto de la investigación tecnológica de LRS es una suerte de digestivo aeróbico pensado para eliminar residuos de comida, con un proceso similar al de la digestión. El resultado de este proceso es compuesto orgánico que puede ser empleado en agricultura.
La bioquímica, la informática, y todo el resto de tecnologías que desarrollamos pueden colaborar y, de hecho, colaboran, a mitigar el impacto negativo que ellas mismas provocan en la naturaleza. Lo único que falta es que los seres humanos estemos más concienciados de ello.