Rectores de las diferentes universidades catalanas, directores y jefes de estudio de las escuelas de ingeniería y másteres de telecomunicación, patronales, empresas y asociaciones del ámbito TIC, se daban cita ayer en el IV Foro de Escuelas de Ingeniería de Telecomunicación, una iniciativa de Telecos.cat que tiene como objetivo intensificar las relaciones entre el mundo académico y profesional.
Con el patrocinio de Caixa d’Enginyers, el encuentro, que como es habitual se llevó a cabo en el transcurso de un almuerzo de trabajo, estuvo presidido por el Secretario General de Universidades de la Generalitat, Arcadi Navarro, y contó también con la participación del director general, Josep Pallarès.
Tanto los representantes del mundo universitario, como los del mundo empresarial coincidieron en el diagnóstico de la situación actual, así como en señalar una serie de retos a afrontar:
• Universidad y empresa hablan un lenguaje diferente. Las empresas perciben a los ingenieros como un todo y lo que buscan son personas versátiles, con actitud, habilidades y capacidad de resolver problemas (más allá de las etiquetas). Hace falta una relación más fluida y diálogo entre el mundo académico y empresarial.
• Es necesaria una flexibilización del modelo de formación. Haciendo la comparativa con el resto de Europa, parece que la apuesta más acertada es la de grados más transversales y másteres especializados. Las tasas no deberían constituir una barrera para acceder a los másteres.
• A pesar de la prácticamente plena ocupación de empleo de los ingenieros del ámbito TIC una vez finalizados sus estudios, los puestos de trabajo ofrecidos a menudo están por debajo de las potencialidades reales de los ingenieros. Ante esta falta de oferta de valor añadido, los jóvenes perciben que para hacer proyectos interesantes tienen que irse al extranjero.
• El déficit de vocaciones en ingeniería de telecomunicación se acentúa. Faltan referentes y más esfuerzos en comunicación. Los jóvenes ven las telecomunicaciones como algo ya resuelto, donde no hay que investigar, no como un reto estimulante (frente otras profesiones más en auge como la informática, la robótica o la aeronáutica).
• Las acciones orientadas a incrementar el interés de los más jóvenes por los estudios de ingeniería deben comenzar antes (en secundaria ya es demasiado tarde). Diversos estudios constatan que a los 10 años la mayoría de chicos y chicas ya saben qué quieren ser de mayores. La ingeniería de telecomunicación se percibe como "algo muy difícil". La relación esfuerzo / rendimiento está poco valorada.
• Desde las universidades se critica la falta de financiación pública en transferencia de conocimiento en comparación con los recursos que reciben centros de investigación privados.
• Desde las asociaciones empresariales se reclama un incremento de las ayudas públicas destinadas a las empresas, que son las que generan empleo. También se pide a las universidades (públicas) que estén alineadas con lo que busca la sociedad (empleo de calidad y estable).
• El programa de Doctorados Industriales (más info en http://doctoratsindustrials.gencat.cat/es) se presenta como ejemplo del camino a seguir: acción sistemática y expresamente planificada por empresa y universidad orientada a favorecer la transferencia e integración de conocimiento en la sociedad.