Bryan Kohberger es un joven estadounidense detenido en Pensilvania acusado del asesinato, el pasado mes de noviembre, de cuatro estudiantes universitarios en Idaho, estado al que ha sido extraditado.
En su contra, la prueba del ADN, pero que no ha sido identificado contrastando los restos encontrados en la escena del crimen con las bases de datos de los cuerpos policiales, sino comparándolos con los que se encuentran en posesión de diversas bases de datos de genealogía, según informa ABC News.
A lo largo de estos últimos años han proliferado los servicios online que, a partir de una muestra (generalmente tomada con un frotis en la parte inferior de una de las mejillas) enviada a los laboratorios, realiza un completo estudio genético con la finalidad de poder encontrar a familiares perdidos o, incluso, relaciones de parentesco totalmente desconocidas hasta la fecha. No obstante, algunas voces han acusado a estas mismas iniciativas de comerciar con dichos datos para la realización de estudios, una acusación a la que se añadiría la del presente caso: al contrastar los datos genéticos de un sospechoso con una base de datos, se está accediendo a todos los perfiles genéticos que esta contiene.
Si bien esta información ha sido facilitada a ABC News por fuentes policiales, ni la policía de Pensilvania ni la de Idaho no han explicitado que fue lo que las llevó a dar con Kohberger.
En cualquier caso, esto pone sobre la mesa qué es lo que se debería poder permitir con los datos de estas bases de datos genealógicas, y de que ello debería explicitarse en las cláusulas de uso.
A fin de cuentas, seguramente todos estaremos de acuerdo que hay que colaborar con las fuerzas de la ley -o casi todos-, por lo menos en un estado democrático, pero... ¿qué pasaría en el caso de un cambio de régimen?
Tal y como explica este artículo publicado por la organización no gubernamental global The Pew Charitable Trusts, la cual trabaja por mejorar la vida civil a través de la mejora de la administración pública, acudir a las bases de datos públicas de ADN ha ayudado a los cuerpos policiales a resolver numerosos casos, algunos que llevaban mucho tiempo abiertos y parecía que no iban a tener solución, pero ello también puede llevar a la violación de la privacidad de los usuarios de dichos servicios, como he indicado antes.