A la hora de elegir un móvil, los consumidores se suelen fijar, entre otras cosas, en el rendimiento del dispositivo, el diseño, la cámara o el precio, pero también se preocupan cada vez más por su impacto ambiental y la responsabilidad social de la marca.
A pesar de ello, a veces es difícil obtener esta información de forma clara y fiable. Por ello y para ofrecer un poco más de luz al respecto, desde Back Market, líder europeo en el mercado de aparatos y dispositivos electrónicos reacondicionados, han analizado las marcas de telefonía móvil más responsables del mercado y, también, las que no lo son tanto.
Según la guía para una electrónica más ecológica publicada por Greenpeace en 2017, entre los primeros puestos de los más responsables están Fairphone y Apple.
Fairphone se coloca como la primera opción para el consumidor responsable, al ser la única marca que está plenamente comprometida con todos los aspectos que requiere un teléfono responsable. Además, sienta un precedente en la producción de un teléfono ético, fácil de reparar y utilizando para ello materiales procedentes de canales de comercio justo siempre que esto sea posible, algo con lo que la marca se muestra muy transparente.
Apple, por su parte, ha puesto en marcha algunas medidas en los últimos años que la convierten igualmente en una opción responsable. La compañía de Cupertino habla abiertamente de sus medidas medioambientales y los informes de sostenibilidad de Apple suelen ser bastante completos, indicando desde los materiales utilizados en los últimos iPhone (y el porcentaje de materiales reciclados) hasta las emisiones de CO2, el consumo de agua, las tierras raras y mucho más. Estas medidas incluyen un consumo de energía que procede cada vez más de fuentes de energía renovables y del respeto de la directiva RoHS, que tiene por objeto limitar la presencia de sustancias tóxicas en los aparatos electrónicos. Pero esto no es todo, a día de hoy, casi el 100 % de las fundiciones de Apple están certificadas como libres de conflictos.
Aunque es, sobre todo, en el ámbito de los derechos laborales donde el compromiso de la marca de la manzana lucha por destacar. Principalmente porque la empresa sigue depositando la mayor parte de su responsabilidad en sus subcontratistas y proveedores.
Blackberry y Nokia están también a la cabeza de la lista en lo que se refiere al respeto del medioambiente y los derechos humanos, según una clasificación de fabricantes de teléfonos realizada por The Ethical company organisation. La primera tiene una puntuación elevada en este ranking, lo que sitúa a la empresa canadiense justo por debajo de Fairphone.
Pero entre los líderes del mercado de los teléfonos móviles, también hay algunos que tienen aún ciertas dificultades para implementar iniciativas sostenibles en su proceso de fabricación. Es el caso de marcas tan famosas como Samsung o Huawei.
Si bien es cierto que Samsung no destaca por su compromiso ambiental y social, la empresa coreana ya está trabajando en mejorar en este aspecto y, sin ir más lejos, se ha marcado como objetivo reducir los gases de efecto invernadero a lo largo de todo el ciclo de vida de sus móviles, aunque no ha detallado cómo lo hará aún. La compañía también lucha por reducir las sustancias peligrosas presentes en sus teléfonos.
No obstante, también hay algunos puntos positivos. La marca emplea medios para identificar la procedencia de sus materias primas y la mayoría de sus proveedores están certificados como libres de conflictos. La empresa también parece preocuparse por las condiciones de trabajo en sus minas de materias primas, en particular, de cobalto, que se extrae principalmente en la República Democrática del Congo. Sin embargo, al igual que en el apartado anterior, estas medidas no son nada concretas.
Por tanto, se puede decir que Samsung se limita a cumplir las normas. Por otra parte, la empresa carece de transparencia en lo que respecta a las medidas tomadas y previstas para el futuro.
En el caso de Huawei, aunque la empresa china se ha marcado objetivos para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, en general, sus iniciativas siguen siendo poco ambiciosas a largo plazo. La empresa está en sus primeros pasos para adoptar un enfoque más respetuoso con el medioambiente. Por ejemplo, la prohibición de introducir sustancias contaminantes en sus productos es relativamente reciente.
En lo que respecta a sus proveedores, la empresa cumple las normas de la Ley Dodd-Frank estadounidense, pero sin preocuparse lo suficiente por las consecuencias del boicot en los ingresos de la población en las zonas controladas por grupos armados.
Por lo general, la empresa guarda silencio en muchos ámbitos y no parece comprometerse plenamente con un enfoque ecológico y responsable, por lo que, sin duda, no es la opción más ecológica del mercado.
Aunque en el caso de estas marcas que van un paso por detrás en lo que a compromiso medioambiental se refiere, existen alternativas para que sus usuarios puedan contribuir a reducir el impacto medioambiental de sus teléfonos, optando por los modelos reacondicionados disponibles en el mercado y contribuyendo, así, a alargar su vida útil. Estos dispositivos han sido reacondicionados y revisados por profesionales certificados para garantizar su perfecto funcionamiento y, cuentan con 30 días de prueba y 2 años de garantía, al igual que los productos nuevos.