Cuando hablamos de conectividad Bluetooth, pensamos en conectividad de corto alcance, unos diez metros sin obstáculos de por medio. Ahora ampliemos esa distancia a 600 kilómetros; imposible, ¿verdad?
Pues no para Hubble Network, una startup que está tejiendo su propia red de satélites (recientemente lanzaba un par de ellos desde la base de la Fuerza Espacial estadounidense de Vandenberg -Santa Bárbara, California-) tras recibir una fuerte inversión de 20 millones de dólares con contribuciones, entre otros, de Y Combinator. Y es que dicha startup ha conseguido que un simple dispositivo Bluetooth de 3,5 mm se conecte con uno de sus satélites, que orbitan a 600 km de la Tierra, con sólo aplicarle una actualización a su software.
Este logro es todo un hito, y pese a que la empresa no ha ofrecido detalles técnicos, por lo que explica en su blog, parece que no solamente no consume mayor energía, sino que incluso logra ahorrar en este aspecto, dando al dispositivo que se conecta al satélite una mayor autonomía.
Posible impacto en la IoT
Pero ¿para qué sirve exactamente este logro? ¿Vamos a poder conectar unos auriculares Bluetooth a un satélite para escuchar la retransmisión de un concierto desde cualquier parte? Pues parece que no -al menos, por el momento-, pero para aplicaciones de la IoT (Internet de las Cosas) puede suponer un salto adelante a largo plazo.
La conectividad Bluetooth satelital podría permitir la conexión a la red de sensores instalados en lugares remotos en los que no hay cobertura ni siquiera celular, para enviar los datos tomados a los servidores en la nube, disminuyendo los costes operativos.
Si el actual logro se ha conseguido con una actualización de software, no es difícil pensar que muchos dispositivos existentes actualmente en el mercado se podrían actualizar y reaprovechar para conectarlos a un satélite, ahorrando así costes en nuevos aparatos.
Sectores como el de la agricultura, la defensa y la logística podrían beneficiarse de esta nueva tecnología.