Las primeras implementaciones comerciales de redes 5G no excluyen la innovación que se está trabajando y la que tiene que venir, es decir, que la incipiente tecnología 5G que tenemos a día de hoy aún tiene que ver otra más nueva añadirse al catálogo de lo existente. Este es el caso del uso de satélites de baja órbita para formar parte del backhaul de la red.
El backhaul es la parte que une al borde (edge) de la red con el núcleo (backbone). En este caso, el satélite de órbita baja haría de enlace de conexión entre las torres con los puntos de acceso y la infraestructura de la operadora.
La primera prueba realizada para utilizar un satélite como backhaul de una red 5G ha sido llevada a cabo por Newtec, fabricante especializada en comunicaciones satelitales, la operadora europea de satélites Telesat, y la Universidad de Surrey.
Esta última permitió que la infraestructura 5G de prueba que tiene instalada en su campus se conectara a uno de los satélites de Telesat, pudiendo utilizar servicios como la videoconferencia de alta calidad, el streaming a resoluciones UHD, y la navegación por la Web, todo ello con la calidad de servicio y la latencia inherente a la red 5G, y conservando las capacidades de slicing que permiten reservar una parte del ancho de banda para los servicios considerados como prioritarios.
Un logro que puede permitir llevar la 5G a más sitios
Este experimento no es algo baladí que se queda como una rareza en el ámbito teórico, sino que puede tener profundas implicaciones en facilitar lo que es el despliegue de futuras redes de comunicaciones 5G en lugares hasta ahora poco accesibles.
Y es que, al poder prescindir de una conexión directa por tierra, ya sea con cable o microondas, podemos dotar de conectividad a emplazamientos aislados como, por ejemplo, ciudades en medio de los grandes desiertos (que se convierten de esta forma también en oasis de las comunicaciones), o pequeñas islas.
Pero, lo que es más: estamos hablando de poder llevar cobertura 5G a barcos o incluso a aviones, lo que facilitaría que pudiéramos llamar a casa o conectarnos a Internet utilizando nuestros datos desde alta mar o desde los cielos.