No hace falta ser un fan muy acérrimo de la saga Star Wars (yo mismo no lo soy), sólo haber visto la película El Imperio contraataca para recordar la escena en la que, en plena batalla en un planeta helado, el ‘malo’ de la película, Darth Vader, se comunica con quién dirige las operaciones terrestres vía una representación holográfica de sí mismo.
Los hologramas como una forma de comunicación, ya sea en tiempo real o asíncrona, y con la correspondiente interacción, son un sueño de la humanidad desde hace tiempo, que, hasta el momento, solamente se han visto en todo su esplendor en las películas de ciencia ficción y poco más.
Este es precisamente el campo de trabajo de Imuzak, una startup japonesa especializada en interfaces holográficas, las cuales proyectan imágenes en el aire que, además, son interactivas de forma táctil.
Lo que diferencia a esta empresa del resto de su competencia, según la presentación que la misma Imuzak realizó durante este pasado CES de Las Vegas, es que gracias a su tecnología patentada y basada en microlentes, es capaz de proyectar imágenes que se ven con un 98% de claridad, mientras que las de sus rivales llegan solamente al 10%.
El uso que la compañía nipona ha propuesto en el evento norteamericano de tecnología ha sido en los coches, para dar indicaciones no intrusivas al conductor; un icono, una señal de tráfico o una indicación para que siga una ruta, proyectada delante de este, no lo obliga a desviar la mirada de la carretera para atender a un giro, a una indicación sobre el estado del tráfico, o bien una señal de alerta de algún problema mecánico en el vehículo.
La posibilidad de interactuar físicamente con las imágenes proyectadas en el aire (por ejemplo, ‘tocar’ botones virtuales) permite que con el smartphone conectado al sistema del coche, podamos atender o declinar llamadas telefónicas con un simple gesto (claro que esto es algo que también podemos hacer por voz).
En instalaciones en las que la higiene prime (algo que todos hemos experimentado a lo largo de los dos últimos años de pandemia), una interfaz holográfica nos permite interactuar sin tener que entrar en contacto físico con botones u otros elementos.