Jugar es imaginar. Supongo que, como yo mismo, todos quienes están leyendo ahora mismo estas líneas, han jugado cuando eran pequeños. Y esos juegos, que nos han permitido transportarnos a mundos de galaxias muy lejanas, o convertirnos en superhéroes, o ser el general que dirigía ejércitos y ganaba batallas y guerras, o bien encarnarnos en nuestro astro deportivo favorito para ser los protagonistas de heroicas gestas deportivas, tenían un nexo común: la imaginación.
Esa imaginación era capaz de convertir simples piedras en personas animadas y con voz propia (por lo menos, dentro de nuestra cabeza) o, en su defecto, figuras de plástico, así como convertir un envase de yogurt consumido, junto a un par de alas de cartón recortadas y pegadas con celo, en una nave espacial capaz de cruzar la galaxia a hipervelocidad. Y éramos capaces de verlo, por lo menos, en nuestra mente.
La realidad aumentada puede ser utilizada como una extensión de nuestra imaginación para dotar de imagen ante nuestros ojos a cosas que solamente existen digitalmente y, por lo tanto, que requiere de un soporte adecuado, como un smartphone, un tablet o unas gafas especiales, para poder disfrutar de ella.
Puede desempeñar precisamente el rol que acabamos de decir en el mundo del juego, permitiéndonos ver naves espaciales o guerreros donde no los hay.
Y en este campo es en el que se encuentra trabajando Tilt Five, compañía cuyo producto consiste en un tablero físico que, a su vez, da paso a un terreno de juego virtual, con personajes, edificios, vehículos, y todos los elementos necesarios que, además, pueden contar con un comportamiento determinado según la evolución del juego.
Si bien algunos jugadores pueden objetar que un juego con los elementos virtuales no es lo mismo que uno con los elementos físicos, y que las sensaciones son distintas (yo mismo soy un jugador federado de fútbol de mesa -también conocido popularmente por la marca comercial Subbuteo-), y no me imagino un partido con elementos virtuales, pero vaya... supongo que todo es cuestión de costumbres.
El tablero de Tilt Five se complementa con unas gafas de realidad aumentada, un mando que permite a los jugadores interactuar con el entorno virtual, y según el juego, también con elementos físicos como, por ejemplo, cartas. Las gafas deben ser conectadas a un smartphone o un ordenador PC.
Pero Tilt Five no es la única empresa que se ha fijado en la realidad aumentada o mixta para enriquecer el mundo de los videojuegos. Wargaming ya ha hecho experimentos en el pasado con su título estrella, World of tanks, que pese a todo no han acabado de cuajar.
En 2018 fueron publicadas diversas noticias, con vídeos muy atractivos como los que podemos ver en esta pieza de Next Reality, pero finalmente la compañía de origen bieloruso (aunque tiene sus cuarteles en Nicosia, la capital chipriota) eliminó la app de la Google Play y la App Store. ¿Tal vez los usuarios no respondieron como esperaba la productora?
Y eso que, como podemos ver en este vídeo de YouTube, las posibilidades de mezclar imágenes de tanques con el mundo real (incluso a escala 1:1) eran muy potentes.
