Iceye es una startup finlandesa especializada en la producción de imágenes de radar por satélite. Este tipo de imágenes, a diferencia de la fotografía óptica, no requieren de que la luz solar sea la adecuada para que la foto salga definida, si no que utilizan la tecnología conocida como SAR (Synthetic-Aperture Radar), y es válida para generar imágenes tanto de zonas de tierra, como de superficies marinas a cualquier hora del día e independientemente de las condiciones meteorológicas.
Con las últimas actualizaciones que esta joven empresa ha realizado a su tecnología, ahora es capaz de servir fotografías con una resolución que permite la visualización de objetos más pequeños de un metro, cuando hasta ahora llegaban a los 3 metros como lo más pequeño que podían captar. Para ello, cuenta con su propia constelación de microsatélites, por el momento cuatro unidades, aunque espera lanzar catorce más en los próximos dos años.
Los microsatélites se han convertido en el futuro (y buena parte del presente) del aprovechamiento comercial y científico del espacio, permitiendo por una cantidad relativamente modesta (entendida como modesta en comparación con lo habitual en la industria aeroespacial), poner en órbita una solución de comunicaciones, para fotografía, para la realización de experimentos científicos, o para otros menesteres.
Son unos dos millones de euros para un satélite del tamaño de una bolsa de deporte, aproximadamente. Frente a esto, las decenas de millones que cuestan los grandes satélites, y su tamaño, que se mide en varios metros. Un sólo cohete puede llevar varios pequeños satélites al espacio, y el coste de estos también se ha abaratado notablemente con la entrada de nuevos jugadores en este exclusivo mercado y la carrera por conseguir un cohete reutilizable.
Los satélites de la constelación de Iceye pueden ser utilizados para varias tareas como el seguimiento de activos, monitorización de entornos como explotaciones agropecuarias o ciudades, pero también para seguridad, políticas de preservación del medio, u otras.
Las imágenes pueden ser posteriormente combinadas con otras informaciones para su análisis detallado, como datos espaciales o sobre el entorno.