Los videos del Youtube más de moda del momento han hecho que los especialistas del sector audiovisual se replantearan la capacidad de la información para ser difundida.
Todo el mundo habrá oído hablar de los anuncios de Loewe y del documental de 28 minutos que versa alrededor de la guerrilla ugandesa y el terror que ejerce en dicho país, titulado Kony 2012, que ha roto con el registro de 70 millones de visualizaciones en seis días establecido por Susan Boyle por la mágica cifra de los 100 millones. Mientras lo primero es una campaña publicitaria en la que chicos presuntamente guapos y a la moda expresan su amor por la marca de bolsos, lo segundo es un reportaje que arroja la siguiente idea: cualquier internauta, con los medios técnicos de hoy en día, puede capturar Joseph Kony, líder de la guerrilla de Uganda LRA y responsable de 60.000 secuestros de niños para convertirlos en soldados. Como algunos han apuntado se trata de una nueva manera de hacer activismo social desde casa.
Lo verdaderamente curioso es que mientras antes los vídeos más visitados eran siempre pequeños cortos de lo cotidiano de corte humorístico, ahora estos dos registros audiovisuales de moda y de sociedad han demostrado que los intereses están cambiando. Tal vez puede que en realidad más que los intereses, el elemento en transformación es el mundo de la creación de videos. La publicidad y el altruismo han descubierto nuevos caminos para llegar mejor a los espectadores.