Hace unos días, el Financial Times destapaba que Meta tenía la intención de introducir perfiles generados mediante inteligencia artificial en la red social Facebook para desempeñar tareas de moderación de contenidos y dinamización del diálogo establecido en la propia red, presentándose con los mismos atributos que una persona real. No obstante, cabe señalar que los perfiles generados por IA no son algo nuevo, y que incluso ya existen hace algún tiempo influencers generados mediante esta tecnología, que son masivamente seguidos por el público.
Algunas opiniones sostienen que estos bots podrán ser detectados sin problemas, mientras que otros apuntan a que la mayoría de los usuarios no percibiría la diferencia. A pesar de que pueda parecer extraño o incluso confuso, el creciente desarrollo de la IA generativa sugiere que este tipo de interacción virtual se convertirá en una parte cada vez más habitual de Internet, en especial, de las redes sociales.
Desde una perspectiva empresarial, la idea de desarrollar y usar estos perfiles se sustenta en las altas tasas de compromiso que ya muestran las publicaciones y contenidos creados por herramientas de IA, como los generadores de imágenes o las aplicaciones de vídeo. Estas soluciones avanzan a gran velocidad, lo que, según Meta, indica que las personas no dejarían de participar si sus redes sociales comienzan a recibir más aportaciones de perfiles automatizados.
Expansión de los avatares virtuales
En un artículo publicado en Social Media Today, Andrew Hutchinson (responsable de contenido y redes sociales de Social Media Today) indica que la industria trabaja en la creación de caracterizaciones que imitan a personas famosas o creadoras de contenido para animar la interacción.
Quienes desarrollan estas iniciativas señalan que la comunidad puede no distinguir si participa con personas reales o con inteligencias artificiales, lo que despierta preguntas sobre la transparencia de dichas interacciones y sus consecuencias para la salud mental.
Según se ha informado, Meta contrató el año pasado a un desarrollador que elaboró una aplicación con gran volumen de avatares basados en inteligencia artificial. Esta experiencia aportaría datos internos sobre la capacidad de tales personajes para retener la atención de los usuarios de las redes sociales. La curiosidad se combinaría con el uso continuado, lo que apunta a una posible normalización del uso de personalidades virtuales generadas por IA.
Impacto en la interacción y el mercado
En China ya se observan ejemplos similares con transmisiones en directo protagonizadas por personajes virtuales que publicitan productos. ByteDance, compañía matriz de TikTok, ha constatado un uso masivo de estos avatares digitales, con miles de compañías dedicadas a crearlos y perfeccionarlos. Además, TikTok está realizando pruebas para mejorar la calidad de estas recreaciones mediante nuevos modelos de IA, y su herramienta denominada Symphony ofrece posibilidades de producción de vídeo con un alto grado de realismo.
Los indicadores muestran que mucha gente terminará relacionándose de forma fluida con estos perfiles automatizados, pese a considerarlos ajenos a la esencia de la interacción humana. Aunque Meta prevé establecer algunas normas de identificación, la realidad es que millones de usuarios probablemente terminen vinculándose, ya sea por curiosidad o por la dinámica propia de las redes, sin siquiera ser conscientes que lo hacen con avatares virtuales tras los cuáles, no hay ninguna persona real. No, al menos, más allá de sus programadores y ‘entrenadores’.
Así pues, el uso de personajes de IA se perfila como un componente en auge dentro de Facebook e Instagram entre otras redes sociales, con repercusiones tanto en la experiencia como en las oportunidades comerciales. Pese a la inquietud que genera en algunas personas, parece que el avance tecnológico y el interés masivo por la inteligencia artificial impulsarán el crecimiento de esta modalidad, por lo que podría resultar relevante examinar su posible aplicación en estrategias comerciales a nivel de todas las empresas.