Como tantas otras multinacionales que la han precedido (Facebook por poner un ejemplo), Microsoft amplía su presencia en la capital catalana con un centro de I+D especializado en la aplicación de tecnologías de Inteligencia Artificial para la mejora de la experiencia de usuario en la web, que se sumará a los demás siete centros de investigación que su división WebXT (Web Experiences Team) tiene repartidos por el mundo.
Entre los productos de la compañía en los cuáles interviene la división WebXT se encuentran Azure, Bing, o el mismo Windows. Para ello, acoge a 5.000 profesionales que trabajan en todos sus centros de desarrollo.
El nuevo hub de Barcelona se encuadra dentro del equipo de Search & AI que lidera Jordi Ribas, vicepresidente corporativo de Microsoft Corporation en Estados Unidos, y que es el mayor grupo de WebXT de la compañía.
Esta división funciona como un entorno de start-up, ya que asume retos para generar un gran impacto en la experiencia web del consumidor, siempre en colaboración con otros grupos de producto de Microsoft.
Concretamente, el nuevo centro de Barcelona trabajará las áreas de Growth & Engagement (incubación de nuevas estrategias para atraer usuarios al buscador Bing), Bing Local Search (nuevas experiencias de búsqueda y recomendaciones locales mediante la optimización del data-mining), Core Search & AI (machine learning aplicado a la experiencia y la tecnología de búsqueda), y Whole Page (experiencia de usuario en la página de resultados de Bing).
La multinacional norteamericana ya ha iniciado la ‘caza’ de talentos para encontrar al personal que trabajará en este centro, con ofertas de trabajo publicadas en su sitio web mediante las cuáles espera atraer talento de toda Europa. Ahora mismo, entre los perfiles que busca encontramos ingenieros de software, científicos de datos, o expertos en inteligencia artificial.
En los próximos años, el personal contratado para trabajar en este centro podría superar el centenar de posiciones.
Microsoft también quiere que este hub de I+D colabore con el tejido local, desde universidades hasta empresas de tecnología, pasando por centros de investigación, para generar un vector de innovación en inteligencia artificial.