JEDI (escrito así, en letras mayúsculas) no tiene nada que ver con los personajes de la saga Star Wars, si no que se corresponde a las siglas de Joint Enterprise Defense Infrastructure, un contrato para servicios en la nube (cloud) que el Departamento de Defensa de los Estados Unidos iba a firmar y que suponía para la empresa prestataria una facturación de 10.000 millones de dólares en un periodo de diez años.
Obviamente, los gigantes norteamericanos de la tecnología se lanzaron en pos de la ansiada presa: Amazon (la gran favorita), Google, Microsoft, Oracle e Hitachi. Google dejó pronto la competición porque el contrato iba en contra de sus principios, una alegación que no deja de ser curiosa para una empresa que acepta censurar su propio buscador por el gobierno chino para entrar en el gigantesco mercado del país asiático...
En agosto de 2019, el entonces presidente estadounidense Donald Trump ordenó paralizar la concesión del contrato por sospechas de favoritismos a Amazon, después de que Oracle denunciara que un ex-directivo de Amazon era ahora miembro del Departamento de Defensa y estaba vinculado con la adjudicación del contrato.
En el fondo, no obstante, podría subyacer una rivalidad personal entre Trump y Jezz Bezos, fundador de Amazon. Y es que el Washington Post, periódico propiedad de Bezos, fue uno de los principales críticos de la gestión de Trump, mientras el presidente criticaba abiertamente al magnate de Internet por buscar fórmulas para no pagar impuestos.
Sea lo que fuera, lo cierto es que en octubre de 2019 se anunciaba el ganador: Microsoft. No cabe decir que Bezos y Amazon pusieron el grito en el cielo, y esta última compañía recurrió a los tribunales, con la intención de hacer declarar incluso al mismo Donald Trump.
Con la denuncia en la mano, una juez federal norteamericana ordenaba, en febrero del año pasado, la paralización del contrato que, desde entonces, ha sufrido idas y venidas hasta que, al final, era anulado hace pocos días.
Por ahora, las diversas ramas (departamentos) del ejército de los Estados Unidos están operando con su antigua infraestructura cloud, mientras se espera que un futuro contrato (que deberá llamarse Joint Warfighter Cloud Capability, JWCC) sea definido y licitado.
Dicho contrato tiene previsto recurrir a servicios de múltiples proveedores, y no fiarlo todo a uno sólo.