Miedo a los juguetes de última generaciónEscrito por Redacción TNI el 13/12/2016 a las 21:14:182291
Los Reyes Magos han dejado paso a Papá Noel y ahora el reglo más deseado en Navidades es un smartphone. Pero no son los únicos cambios que han acontecido durante los últimos años en estas fiestas. Con la irrupción de la tecnología los juguetes ya no son los que eran antes. Ahora encontramos en el mercado objetos inteligentes que se conectan a la red o interactúan con los niños. Pese a lo interesante de la propuesta, parece que las dudas sobre la seguridad de estos juguetes es algo creciente.
La web de noticias PortalTic ha elaborado una lista con los problemas que pueden derivarse de los juguetes inteligentes de última generación.
Cayla y i-Que son dos muñecos creados por Genesis Toys que interactúan con los niños y niñas como si fuera una verdaderos amigos. Sin embargo las alarmas y las denuncias han saltado contra la propia empresa creadora y Nuance Communication, la compañía que se encarga del aspecto tecnológico de los muñecos. Según denuncian asociaciones de padres y de consumidores, Cayla e i-Que registran las conversaciones que mantienen con los menores sin que nadie sepa para que quedan almacenadas esas conversaciones. Mientras Cayla cuenta con conexión a Bluetooth, altavoces y un micrófono, i-Que solicita el acceso a la cámara del dispositivo móvil desde el que se controla.
Lo mismo sucedería con las muñecas Barbies que almacenan las conversaciones con los infantiles usuarios en los servidores de Mattel durante al menos 2 años.
Otro miedo de los padres y madres con respecto a los juguetes de sus hijos es el de que un hacker puedan acceder a estos. Fue el caso del Osito de Fisher Price, un juguete con un fallo de seguridad que permitía que los delincuentes accedieran a los juguetes y obtuviesen información de los más pequeños.
Los padres y madres también tienen su cota de responsabilidad en la seguridad de sus hijos en lo que a juguetes se refiere. Son ellos los que deben revisar las cláusulas de privacidad de los juguetes y son ellos los que deben decidir que sus hijos jueguen con un artilugio que puede conectarse a la red. |