Nuestros smartphones son uno de los principales vehículos para la transmisión de virus y bacterias, y no lo digo yo, lo afirma un estudio de la universidad australiana de Bond. Es, por lo tanto, primordial mantenerlos limpios. Pero esa puede ser también una tarea árdua para un aparato que es ‘alérgico’ al agua, y ya no digamos al gel hidroalcohólico.
Si bien no podemos sumergir nuestro smartphone en agua y jabón (a ver, poder, podemos, pero no esperemos que todavía funcione después del proceso), podemos utilizar diversos métodos de limpieza, como aplicar luz ultravioleta, o utilizar bastoncillos de las orejas o paños de microfibra de los de limpiar gafas, empapados en un líquido con una cierta concentración de alcohol, con mucho cuidado. Estos remedios, no obstante, consumen tiempo.
¿De verdad no podemos lavar ningún teléfono? La fabricante francesa Crosscall produce terminales (tanto inteligentes como convencionales, así como tablets) reforzados, lo que en inglés se conoce como rugged, un término que en castellano ha sido adaptado por muchos hablantes como ‘rugerizado’, aunque hasta donde yo sé, dicho término no ha sido aceptado por la RAE.
Dichos terminales están destinados al mercado profesional, concretamente para su uso en entornos en los que pueden estar sujetos a golpes, caídas, vibraciones, líquido y polvo, como en las obras de construcción, plantas de productos químicos, tratamientos de agua, etc.
Al resistir el agua gracias a que son dispositivos estanco, así como determinados productos químicos, estos dispositivos pueden resistir un lavado con agua caliente y jabón, tal y como nos confirman desde la compañía fabricante. Incluso podemos aplicar gel hidroalcohólico.
La clave aquí recae en lo que he mencionado antes de pasada: los terminales de la marca son estancos. De hecho, uno de los modelos con mayores prestaciones, el TREKKER-X4, puede ser utilizado como una cámara de acción incluso sumergiéndolo hasta a dos metros de profundidad en agua salada (en el mar, por ejemplo), algo que para un smartphone convencional es inconcebible, puesto que están preparados como mucho para hundirlos en agua dulce, e incluso esto se desaconseja ya que las protecciones de los terminales convencionales están pensadas, más bien, para soportar salpicaduras de agua, o lluvia.