La llegada de las redes sociales, las aplicaciones de mensajería instantánea, y las aplicaciones corporativas que permiten trabajar conectados a nuestros compañeros en tiempo real, han provocado que nuestros smartphones se llenen de notificaciones que nos van llegando continuamente, y que interrumpen constantemente nuestro ritmo de trabajo y nos desconcentran, si no lo impedimos.
Los mismos sistemas operativos móviles (iOS y Android) ya disponen de algunas herramientas para acabar con esta plaga de notificaciones, como la gestión individual de las notificaciones para cada aplicación, o bien el uso del modo “no molestar”, pero son demasiado, o demasiado poco selectivas.
Para facilitar que podamos bloquear de un solo golpe todas las notificaciones durante un lapso de tiempo determinado, han nacido una serie de aplicaciones móviles al amparo de una nueva tendencia que está dando que hablar, paradójicamente, en las redes sociales: el llamado ‘modo monje’.
Este parte de la premisa de buscar la máxima concentración para la realización de una tarea concreta, evitando al máximo posible las interrupciones protagonizadas por las notificaciones en el móvil e, incluso, bloqueando el acceso a las redes sociales para evitar al usuario caer en la tentación de interrumpir su ritmo de trabajo consultándolas.
En este artículo de BBC Mundo en español nos explican el caso concreto de una usuaria de la app Freedom, la cual restringe el acceso a las redes sociales durante un tiempo preprogramado, con la posibilidad incluso de no poder anular dicho bloqueo por voluntad propia.
Diversos estudios han podido comprobar como la forma en la que están construidas las redes sociales, hace que cada vez que recibimos una interacción (sea esta en forma de mensaje, ‘like’ o de otro tipo), dicho proceso dispara la dopamina de nuestro cuerpo. Además, nuestro impulso es el de responder rápidamente a la notificación, ya que en la era de la hiperconexión, parece que o respondemos ya, o estamos decepcionando a nuestro interlocutor.
Muchas de las compañías que hay detrás de redes sociales y videojuegos son conscientes de estos efectos, y los potencian, así como los amos y responsables de casinos, saben cómo trabajar el entorno para que el jugador pierda la noción del tiempo y se vea impelido a apostar más y más en dichos locales.
Según apunta el artículo de la BBC, una práctica que también nos puede ayudar en nuestro esfuerzo de nos dispersarnos de nuestras obligaciones, consiste en hacer una lista de tareas cada mañana y seguirla con el objetivo de cumplirlas todas.
No deja de ser curioso que la etiqueta #MonkMode (modo monje, en inglés) esté presente en redes sociales como TikTok, una de las causantes de estas distracciones, aunque es lógico: tras el horario laboral, también tenemos nuestros momentos de esparcimiento y, aquí, ¿por qué no utilizar las redes sociales?