Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que el concepto moderno de servicio de streaming de contenidos audiovisuales lo inventó Netflix, una compañía norteamericana que supo ver el futuro del consumo audiovisual doméstico, y reinventarse consecuentemente desde la posición que venía, que ya era la de reinventar el negocio del videoclub, alquilando DVD’s vía correo postal de una forma simple para el cliente.
Pero el tiempo pasa inexorablemente, y al igual que la competencia de Henry Ford se puso a su altura en la producción en serie de coches para venderlos a un precio asequible, la competencia de Netflix también se ha puesto a la altura del pionero y, en algunos casos, la ha sobrepasado.
En Estados Unidos, cuna del streaming de contenidos, los rivales de Netflix le han ido ganando mercado paulatinamente, y en el resto del mundo, su mercado se ha estancado e, incluso, retrocedido.
Es por ello que en Netflix necesitan reinventarse una vez más, y lo han hecho creando un nuevo tipo de cuenta más barata que las existentes hasta ahora, pero que se financia parcialmente con anuncios.
Realmente, no es una idea nueva, porque la misma Netflix ya había probado la reacción del público a la publicidad en el servicio, y la financiación de contenidos mediante publicidad es algo común en Rakuten.
La nueva oferta de Netflix recibe el nombre de plan Básico con Anuncios, tiene un coste de 5,49 € en España (6,99 $ en EEUU), y se podrá contratar a partir del 10 de noviembre.
Además de en España y los Estados Unidos, también estará disponible en Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Australia, Brasil, Canadá, Corea del Sur, Japón, y México.
Si bien los contenidos que se encontrarán disponibles en el nuevo plan son los mismos que en el resto salvo algunas películas y series de las que se está trabajando en el tema de los derechos, la principal diferencia de esta nueva modalidad recae en que el espectador verá una medios de unos cuatro o cinco anuncios cada hora de visualización de Netflix, y que la calidad de visualización se verá limitada a 720p. Esta última restricción afecta también al plan Básico (sin publicidad).
Los anuncios tendrán una duración máxima de veinte segundos, y serán mostrados tanto al principio como al final de las series, así como interrumpiendo la reproducción del contenido.
Para garantizar los mejores resultados a los anunciantes, Netflix pondrá a su disposición herramientas para, por ejemplo, segmentación por audiencias y por países, y también para controlar en qué géneros de contenido (acción, romántico, comedia,...).