Una serie de organizaciones no gubernamentales europeas dedicadas a la protección de los derechos digitales de los ciudadanos, tales como Electronic Frontier Norway, Digital Rights Ireland, Homo Digitalis (de Grecia), Digitalcourage (Alemania) o Wikimedia Europe, firman un manifiesto con el que solicitan que el Comité Europeo de Protección de Datos (EDPB, por sus siglas en inglés) haga algo respecto al modelo “paga o consiente”, aplicado por compañías de Internet para seguir utilizando los datos personales de sus usuarios con finalidades publicitarias.
La captura de datos de navegación de los internautas a partir de las llamadas cookies de terceros está prohibida en la Unión Europea si no se proporciona una alternativa que no suponga dar datos personales y de navegación. Para proporcionar dicha alternativa supliendo los ingresos que generan con la comercialización de estos datos obtenidos de los usuarios, muchas compañías han recurrido a la opción de interponer una suerte de muro de pago, con lo que acceder a los contenidos de forma gratuíta implica permitir ser monitorizado con dichas cookies o de otras formas y, por lo tanto, generar datos para fines publicitarios, o bien pagar una pequeña cantidad (a veces, sobre 1 euro), que libera de estas formas de control y que, por lo tanto, la empresa prestadora del servicio renuncia a recopilar datos de navegación y comportamiento del usuario.
Una de las grandes multinacionales que utiliza este sistema es Meta, la compañía de Mark Zuckerberg propietaria de las redes sociales Facebook, Instagram, Threads, y el servicio de mensajería instantánea (también con tintes de red social) WhatsApp. Precisamente, a dicha empresa se la cita explícitamente en el manifiesto, a raíz de una investigación abierta por la Comisión Europea, porque el modelo que ofrece (el “paga o consiente” que he explicado) podría no constituir una opción acorde con el espíritu de la ley.
El enfoque de las organizaciones firmantes del manifiesto es, por lo tanto, que falta una verdadera alternativa que no sea la de pago, y que tampoco implique la cesión de datos para su uso con fines publicitarios. Ante esto, y para ahorrarse el pago, muchos internautas eligen la opción gratuita para ellos, pero que se nutre de sus datos, sin dejar ninguna alternativa más.
La estrategia “paga o consiente” ha sido también adoptada por muchas otras compañías de Internet y, especialmente, medios de comunicación online que ven así la forma de monetizar a sus lectores que prefieren no ceder sus datos, proponiendo micropagos de, como he dicho antes, alrededor de un euro.