Cuando Orson Welles radió su ya famosa versión de La guerra de los mundos (adaptación radiofónica de la novela homónima de H. G. Wells) el 30 de octubre de 1938, el mundo pudo entrever el poder que ya tenían, y más que tendrían, los medios de comunicación de masas. En la era de Internet, la nueva guerra de los mundos bien puede ser una serie.
Y, si no, que se lo digan a Peloton, la marca de bicicletas estáticas y cintas de correr que despegó mundialmente durante el confinamiento gracias a sus clases de ejercicio online y a poder compartir actividades de forma remota. Dicha marca recibió (o buscó) una propuesta de product placement en la serie And Just Like That..., continuadora de la ya famosa Sexo en Nueva York.
Y, a partir de aquí, y para los lectores que no la hayan visto todavía y estén interesados en ver dicha serie, cuidado, porque las siguientes líneas contienen lo que vulgarmente se conoce como SPOILER.
Así que estáis advertidos.
Bien, si sigues leyendo esto, debes saber que Mr. Big, uno de los principales personajes de la serie, y marido de la protagonista, muere de un ataque al corazón tras hacer ejercicio físico en una de las bicicletas de Peloton. Reacción en la bolsa: caída de las acciones de la compañía, que pasaron de un día para el otro tras el estreno, de un precio de casi 46 dólares la acción, a 38,5.
La marca supo reaccionar rápidamente, creando un spot televisivo en el cual Chris Noth (el actor que da vida a Mr. Big) y Sarah Jessica Parker (Carrie Bradshaw) explicaban que Mr. Big tenía antecedentes de problemas cardíacos en la familia y que, en todo caso, el ejercicio físico que había realizado con las máquinas y la app de Peloton habían permitido alargar su vida, y no acortarla.
Porque, parece ser, como sociedad no sabemos diferenciar muy bien la realidad de la ficción...
Y, cuando parece que la cosa puede remontar, acusan a Chris Noth de agresión sexual, atajando de golpe el intento de Peloton de salirse de la situación.
Bien, si has leído hasta aquí, otra conclusión sobre el poder que tienen los medios de comunicación: si vemos el gráfico de la cotización en el Nasdaq de Peloton de los últimos días, podemos apreciar claramente la caída, pero si retrocedemos en el tiempo y vemos, por ejemplo, todo un año de cotización, apreciaremos como en abril se despeñaba (literalmente: de los 89,9 $ por acción a poco más de 55 $ en cosa de un mes, producto de las noticias sobre las accidentes domésticos de niños relacionados con los dispositivos de la marca.
No obstante, lo que más ha salido a relucir ha sido una caída mucho menos importante por culpa de una serie. Alarmismo, aunque en este caso -y por suerte- la gente no ha salido en tromba de sus casas porque no teme una invasión alienígena.
