Por 149,99 dólares (alrededor de 130 euros) podemos hacernos con un smartphone PinePhone: SoC ARM de cuádruple núcleo, 2 GB de memoria RAM LPDDR3, pantalla de 4,95” (1440x720, relación de aspecto 18:9), 16 GB de almacenamiento interno, slot microSD, y puerto USB-C para carga y conectividad, además de las habituales conexiones Wi-Fi y Bluetooth. Nada del otro mundo pero, por este precio...
Entonces ¿qué hace tan especial a este terminal? Nuestros teléfonos habituales vienen con un sistema operativo instalado, y no es fácil cambiarlo. Hay móviles que llegan a permitir transicionar a una distribución de Android distinta de la que implementa el fabricante original, pero no todos, y la diversidad de versiones disponibles está limitada, además de que todos acaban siendo Android, aunque con ligeras diferencias.
Aquí es donde entra en juego el slot microSD del PinePhone, ya que permite arrancar desde dicha unidad. Ello significa que, con un sistema operativo instalado en la tarjeta, podemos cambiar a la plataforma que queramos.
Y la diversidad de sistemas se amplía notablemente: además de una versión de Android (GloDroid, completamente open source), podemos utilizar otras plataformas propias del ecosistema móvil como Sailfish OS, LuneOS (descendiente del WebOS con el que intentó resucitar Palm) o Maemo (¿se acuerdan del desarrollo de Nokia que debía suceder a Symbian?), y diversos sabores de GNU/Linux.
Entre estos, contamos con PostmarketOS (una versión de Alpine Linux), Ubuntu Touch (un port no oficial), o las más conocidas Fedora, openSUSE, Arch Linux y Manjaro entre otras.
Gracias a una salida de vídeo digital, este terminal permite conseguir disponer del sueño de un escritorio de bolsillo, ya que cuando lo conectamos a un monitor externo, un teclado y un ratón, y si el sistema operativo elegido para equiparlo está preparado para ello, se convierte en un sistema desktop.
También tablets, portátiles y placas para desarrolladores
Pine64, la organización que se encuentra detrás de este teléfono tan especial, empezó lanzando al mercado una placa de desarrollo para competir con la popular Raspberry Pi, pero pronto expandió su actividad para ofrecer una gama de productos basados en la misma filosofía que la placa: una arquitectura ARM de 64 bits utilizable con GNU/Linux u otros sistemas operativos, para el día a día.
Y, así, han nacido un tablet (el PineTab) y dos ordenadores portátiles (PineBook, por apenas 100 dólares, y Pinebook Pro, por 200 y con mayor potencia). El problema de estos últimos es que su teclado solamente se encuentra disponible en inglés.