Previsiblemente, la inteligencia artificial va a tener un gran impacto sobre la humanidad en el futuro. Es por ello sumamente importante que, además de la vertiente técnica, en este particular se cuide también la aplicación de una ética estricta para que los sistemas inteligentes no sufran de un sesgo de, por ejemplo, género o raza. Y, en este aspecto, Google parece hallarse en el ojo del huracán por parte de la comunidad de profesionales de las implicaciones éticas de la IA, según informa la CNN.
El medio de información estadounidense explica que el 2 de diciembre del año pasado, Timnit Gebru, colíder junto a Margaret Mitchell del equipo de ética en la IA de Google, anunció que había sido despedida de la compañía tras enviar un e-mail interno en el cual se quejaba de la falta de diversidad en su equipo, mayoritariamente formado por hombres blancos (ella es negra).
Gebru explica que en dicho correo expuso una serie de condiciones que ella necesitaba asegurar para seguir trabajando en Google, pero que la directiva de la compañía del buscador se tomó el mensaje como una dimisión en toda regla (eso, o hicieron oídos sordos a sus peticiones).
La misma Gebru también indicó que desde la directiva de Google habían ignorado sus peticiones de que se analizara un informe externo no publicado que señala los peligros inherentes de construir modelos de lenguajes de IA cada vez de mayor tamaño, una tecnología que Google necesita para su día a día habida cuenta el volumen de información que debe procesar.
Desde la directiva la conminaron a no hacer referencia de dicho informe ni exponer sus conclusiones en una conferencia que iba a dar, y a borrar su nombre de dicho informe.
Reacción inmediata en la comunidad de científicos
El artículo de la CNN explica que, desde entonces, se ha ido produciendo un degoteo de dimisiones de trabajadores del sector de la IA que trabajaban para Google, así como de muestras de descontento de la comunidad de científicos estadounidenses que trabajan en el sector de la inteligencia artificial.
El mismo CEO de Google, Sundar Pichai, pidió disculpas y ordenó una investigación interna que, paradójicamente, hizo públicas sus conclusiones el mismo día que era despedida Margaret Mitchell, la colíder del equipo de ética en la IA de la compañía junto a Timnit Gebru. Desde Google aducieron como motivo del despido la “conducta improcedente” de Mitchell después de que esta dirigiera varias críticas a la empresa desde su cuenta de Twitter.
Según el mismo medio, algunos organizadores de conferencias sobre el ámbito de la IA también están considerando no aceptar patrocinios de Google para sus eventos.
¿En qué redunda todo esto para la compañía del buscador? Simple: si bien a nivel económico no hay una afectación directa e inmediata, según la CNN le va a complicar la recluta de talento en el futuro próximo como no cambie de rumbo.