A lo largo de los últimos días, las noticias sobre una posible adquisición de Intel por parte de Qualcomm han salpicado los medios de comunicación especializados en la industria tecnológica, provocando gran revuelo y opiniones encontradas.
En horas bajas, Intel presentó unos resultados anuales no muy buenos, debidos principalmente a su falta de competitividad en el segmento de mayor crecimiento del mercado, el de los servidores dedicados a tareas de la inteligencia artificial, en el cual reina NVIDIA.
Asimismo, Qualcomm también le presenta batalla con sus microprocesadores de arquitectura ARM en el terreno de los portátiles, con los principales fabricantes apostando por incluir algún modelo basado en la plataforma Snapdragon X en su catálogo de productos.
Y, por si todo esto no fuera poco, en los sobremesas y portátiles de arquitectura x86-64, un sector en el que, tradicionalmente, Intel ha monopolizado, AMD reclama su pedazo de pastel gracias a una gama de chips Rizen que también está seduciendo a los fabricantes de ordenadores.
Sin contar la pérdida de Apple como cliente en 2020, ya que la firma de la manzana mordida empezó a fabricarse sus propios procesadores bajo el nombre de Apple Silicon.
Todos estos factores, con el de su mal rendimiento en la venta de chips para la IA como la puntilla final, están condenando a Intel de tal manera que -y tal como he apuntado- a resultas de sus últimos resultados económicos, ha decidido tomar medidas drásticas como -y principalmente- la separación de su negocio de fundición para poder atender a otros clientes de forma más independiente y, así, dejar de generar pérdidas.
Así las cosas, hace unos días, el Wall Street Journal afirmaba que Qualcomm se había acercado a Intel para adquirirla, una información que, a posteriori, varios medios han desmentido, mientras que en otros se afirmaba que las posibles negociaciones no habían llegado a buen puerto por la negativa de la directiva de Intel a venderse.
Lo último es una vuelta de tuerca más: algunos medios, como Reuters, explican que lo que busca Qualcomm es adquirir partes del negocio de Intel.
Más concretamente, una de las unidades de Intel que, supuestamente, Qualcomm querría adquirir (si es que hay más de una y la información es correcta), sería la de diseño de chips de consumo, es decir, los que equipan los PCs que venden en las tiendas y que todos compramos como consumidores para nuestro uso particular.
Nuevamente, Intel ha negado la mayor, e indica que no se ha producido aproximación de Qualcomm, así como que sigue comprometida con su negocio para los PCs.
Veremos qué nos depara este serial a lo largo de los próximos días…
