Los diversos usos de los drones durante el confinamiento para verificar que este se cumpliera o transportar mercancías de todo tipo (como comida) y entregarlas a domicilio, han ocupado muchas líneas en la prensa tecnológica. Pero en los lugares en los que se ha entrado en fase de desconfinamiento, los drones también demuestran ser útiles para monitorizar las dos principales medidas que se han tomado para evitar contagios: llevar mascarilla protectora, y observar la llamada ‘distancia social’.
En California, Airspace Systems es una compañía especializada en seguridad para evitar ataques con drones y monitorizar su tráfico, ha lanzado una nueva versión de su software para drones, que permite monitorizar el uso de mascarillas y la distancia social entre personas, según informa Reuters.
Los drones de la compañía están habitualmente enfocados al derribo y captura de otros drones, en virtud de los productos de seguridad aérea de la empresa.
El sistema desarrollado por Airspace permite identificar a quienes no llevan mascarilla, aunque desde la empresa afirman que si bien dispone de capacidad para reconocer qué es el rostro de un sujeto, no la dispone para llevar a cabo la identificación facial, esto es, no puede dar un nombre y apellidos para cada una de las personas que escanea, solamente ‘sabe’ que aquella parte de su cuerpo es la cara, y que allí debe llevar una mascarilla protectora.
Igualmente, es también capaz de detectar dónde se están formando grupos de personas muy apelotonadas y que, por lo tanto, no guardan la pertinente distancia de seguridad.
Según informan desde Airspace, el sistema es capaz de utilizar también el streaming de vídeo procedente de cámaras de videovigilancia instaladas al nivel del suelo.
Una vez detectados los casos de personas que no están empleando mascarilla, o que se juntan en grupos, el dron manda un mensaje a las autoridades pertinentes, que deciden qué hacer.
Obviamente, la iniciativa ya ha despertado las críticas de algunos grupos defensores de las libertades, que avisan del peligro de construir una sociedad de robots que vigilan todos los movimientos de los ciudadanos.