Estudiar los ecosistemas submarinos sin poner sobre alerta a los peces es algo deseable pero difícil de conseguir, a menos que quien se esconda entre los peces parezca uno de ellos y se comporte como tal.
Para cumplir tal misión, un grupo de estudiantes del Instituto Politécnico Federal de Zúrich (ETH - Eidgenössische Technische Hochschule Zürich), considerado una de las entidades dedicadas a la investigación y desarrollo más prestigiosas de Suiza y del mundo, ha creado un robot en forma de pez, que no solamente se asemeja a un pez real, sinó que se mueve como tal, y que es completamente autónomo.
Esto le da una gran ventaja, ya que no depende de que haya técnicos en la superficie controlándolo, ni cables que lo unan a la superficie.
Con una longitud de cerca de un metro desde el morro hasta la cola, Belle (que es fruto del proyecto SURF-?eDNA utiliza inteligencia artificial para saber por dónde moverse, y permite a los científicos recoger muestras del subsuelo marino y grabar vídeos en alta definición.
Tal y cómo podemos ver en este vídeo de YouTube, si no fuera por el aspecto externo plástico, Belle se mueve perfectamente como si fuera un pez, y a buen seguro que si externamente fuera caracterizado como tal, nos sería difícil ver la diferencia con un pez real a primera vista. La intención es que los peces no puedan distinguirlo de uno de los suyos.
Belle es también silencioso, pero ello no quita una pregunta que me hago al verlo en el vídeo: ¿qué pasaría si otro pez decidiera atacarlo o, incluso, intentar comérselo? Tal vez su silencia responda al hecho de buscar evitar ser atacado, pero ello constituye una defensa pasiva que no necesariamente evite posibles intentonas de peces reales.
Pese a haber sido desarrollado en Suiza, Belle ha sido concebido para su uso en el océano, y no en los numerosos lagos del país alpino.