Acorde a una investigación de la consultora Gartner, un 76% de los CIOs (Chief Information Officer) y un 61% de los CEOs (Chief Executive Officer) cree que de las ventas de sus empresas, poco más de una quinta parte (un 21%) será producto de compras realizadas por inteligencias artificiales en 2030.
Por su parte, los consumidores delegarán un 25% de todas sus compras a inteligencias artificiales también en 2030. ¿Qué ventajas tiene que un robot compre por ti? Simple: mientras que un ser humano debe buscar un artículo en buscadores como Google o Bing, y en tiendas que ya conoce como Amazon, e ir comparando precios y condiciones según los parámetros que desea, una vez indicados estos a una IA, esta puede realizar un escrutinio mucho más completo de Internet buscando tiendas que lo tengan, y comparando sus precios y condiciones.
Además, una IA puede hacer fácilmente una cosa que a los humanos muchas veces nos da pereza: contactar con el servicio de atención al cliente para despejar alguna duda sobre el producto o servicio.
De hecho, una parte de este camino ya lo hemos recorrido, puesto que hace tiempo que tenemos en casa, por ejemplo, impresoras que encargan recambios de tinta cuando ya no les quedan.
Para los vendedores, con tiendas y estrategias de mercado preparadas y dirigidas a otros consumidores humanos, se les presenta un problema, ya que deberán trabajar en sus sitios web para optimizarlos de cara a que puedan ser rápida y fácilmente escrutados por los robots de compra.
También, y de una u otra manera, las tareas de logística y atención al cliente se verán afectadas por esta entrada en escena de forma masiva de la inteligencia artificial en el proceso de compra.
El departamento de atención al cliente de cualquier empresa deberá tener en cuenta las necesidades específicas de una IA, y disponer de medios de respuesta y prestación de servicio rápidos y efectivos que puedan solucionar preguntas o devoluciones entre otras casuísticas.
¿Qué pasará con las empresas que menosprecien esta oportunidad y no busquen adaptarse? Simple: se perderán una parte importante de este pastel. Incluso en el caso de los pequeños comercios que se cuestionen si les saldrá a cuenta el desembolso, puesto que van a ser los consumidores finales que compran en sus comercios, los que adoptarán también dicha tecnología, como ya hemos visto.