Cuando alguien con quien estamos hablando se refiere a seguridad en el trabajo o en lugares públicos, siempre tendemos a pensar en los casos en las obras o en las minas, y poca cosa más cuando, en realidad, tenemos más necesidad de seguridad a nuestro alrededor de la que hayamos podido imaginar, una necesidad que los responsables no siempre son capaces de satisfacerla.
Por ejemplo, un elemento muy común de la seguridad son los pictogramas y señales que indican desde peligro de electrocución en instalaciones eléctricas, hasta prohibición del paso a ciertos lugares por el peligro de caerse o sufrir otros accidentes, hasta la señalización de las salidas de emergencia.
La importancia de la señalización y la seguridad en espacios comunes
Y no es precisamente que, para encontrar dichos elementos, nos tengamos que ir al fondo de una mina, o a una obra de construcción en curso; lugares tan comunes como una oficina o un bloque de apartamentos, pueden estar obligados a indicar elementos como extintores, salidas de emergencia, o las instalaciones eléctricas, químicas o de otra índole, para su correcta identificación y para que se quienes transiten por allí, sigan una serie de normas que podríamos calificar como ‘lógicas’.
No solamente en interiores: los aparcamientos son un buen ejemplo de la necesidad de elementos de seguridad, como los abalizamientos, carteles indicadores, y delimitadores de espacios (las típicas ‘líneas’ de pintura en el suelo que delimitan cada plaza de aparcamiento).
Así pues, los elementos de seguridad nos rodean, y no solamente en los espacios de trabajo con peligros evidentes (caso de las caídas en las obras), con lo que a veces, y sin quererlo, se nos hacen invisibles o, más apropiadamente, no visibles de una forma consciente.
Responsabilidad y previsión
Seton es una empresa dedicada a la comercialización de este tipo de elementos de seguridad, que trabaja una amplia variedad que va desde la seguridad personal en el trabajo (los famosos EPIs, equipamiento de protección individual) como cascos, chalecos y parkas de alta visibilidad, gafas de seguridad, o mascarillas, hasta la señalización en almacenes o la seguridad empresarial como las alarmas, candados, o espejos de vigilancia, pasando por mobiliario urbano y dispositivos de anclaje para trabajos en altura.
Pero lo más importante que nos debe quedar claro es que la seguridad es una cadena y, cómo tal, su fortaleza se mide por el eslabón más débil; de poco nos sirve tener un lugar peligroso perfectamente identificado y abalizado, si luego dejamos que nuestros trabajadores circulen sin cascos de protección, o que no haya los pertinentes botiquines de primeros auxilios. Igualmente, no sirve de mucho que espacios para el ocio y disfrute del público, no dispongan de las mínimas medidas de seguridad con sus correspondientes indicaciones.
Por ello, nosotros somos los actores clave para garantizar que todo nuestro entorno sea seguro. E invertir tiempo y dinero en la previsión, nos ahorra tener que lamentar después…