El congreso Gartner Symposium celebrado en Barcelona entre el 3 y el 7 de noviembre ha dejado, como siempre, conceptos muy interesantes para el futuro próximo. Uno de estos es el del ‘hospital digital’.
Y, aunque pudiera parecerlo a priori, no se trata de informatizar o digitalizar el centro hospitalario, que también, sino más bien de dotar al paciente o al usuario de las herramientas necesarias para que él mismo o su hogar se conviertan en una extensión del mismo centro hospitalario.
Es lo que desde Gartner han bautizado también, y además de ‘hospital digital’, como ‘hospital sin muros’.
Todo empieza con los dispositivos personales, tales como los smartwatches que podemos encontrar en las tiendas, aunque también con herramientas más sofisticadas y especializadas, y que podemos llevar encima.
La conexión a la nube y la compartición de datos con los médicos encargados de nuestra salud hace el resto del trabajo en la tarea de poder mantener monitorizado al paciente, ya sea de forma preventiva, o bien tras una dolencia, durante el estado de recuperación.
La inteligencia artificial también jugará un importante rol en este sistema de hospital descentralizado, ya que puede identificar síntomas en un paciente para evitar males mayores como si el médico estuviera permanentemente a su lado.
¿Algo en falta en este modelo? Sí, evidentemente: la posibilidad de intervención rápida por parte de un equipo médico que sí tenemos en un hospital físico. Pero nadie ha afirmado que este modelo deba aplicarse indiscriminadamente, sino que puede ser válido en primer lugar para una tarea de prevención y, en segundo, para las recuperaciones que, actualmente, ya se están llevando esencialmente en casa. Sólo que en este caso con los pacientes más vigilados.
También en determinados casos podremos contar con ingresos hospitalarios en la comodidad del propio domicilio, y eso deberá hacerse más frecuente a medida que la tecnología avance y sea posible implementar soluciones para distribuir, de forma remota, medicaciones y tratamientos.
El hospital digital requiere también de un alto nivel de conectividad y técnico, tanto por parte de las autoridades médicas como por parte de los propios usuarios. En este sentido, quienes empiezan ahora a ser usuarios asiduos de los servicios médicos, lo han sido durante años de la tecnología, y están familiarizados con todos sus usos.
No obstante, la sanidad pública de la mayoría de países -incluso en el autobautizado ‘primer mundo’- no tiene una hucha como para permitirse este tipo de alegrías, por lo que el proceso va a ser muy lento en estas entidades. Otra cosa puede ser la medicina privada, en la que el tránsito hacia un modelo de hospital digital podría ser más rápido, aunque seguro va a ser un proceso de años.