A partir de la década de los setenta del siglo pasado y, especialmente, en la de los ochenta, los videoclips se ganaron el favor del público joven amante de la música. Estas piezas breves, que tienen una duración similar a la de los temas que ilustran, se han convertido en algunos casos en obras de arte por derecho propio (quien no recuerda el Thriller de Michael Jackson, y el elaborado guión y puesta en escena que había en dicha producción), e incluso motivaron la aparición de una cadena televisiva de alcance mundial dedicada a su proyección, la estadounidense MTV.
Pese a que se continúan produciendo, es palpable una cierta decadencia en la vertiente artística de los videoclips, que últimamente parecen más un apoyo meramente estético a la canción, que una ilustración guionizada al argumento de esta, lo cual ha llevado, incluso, a la reconversión de la MTV en un canal de realities...
Ahora, Spotify ha anunciado que apuesta por la inclusión de videoclips en su servicio de streaming de música, por el momento en fase beta, y restringido a los usuarios premium de once de sus mercados.
Según las declaraciones de directivos de Spotify expresadas a través de la nota de prensa publicada por la compañía para anunciar la novedad, los videoclips están llamados a reforzar la relación entre los fans y sus ídolos musicales, permitiendo a los primeros profundizar en la obra de los segundos.
La versión beta de los videoclips inicia su actividad con un catálogo limitado que incluye éxitos de artistas globales y locales de cada uno de estos once mercados. Los usuarios premium de los mercados seleccionados en los cuáles se llevará a cabo la prueba, podrán acceder a los videoclips en dispositivos iOS, Android, de escritorio o smart TVs, cambiando a la modalidad de vídeo en pistas compatibles.
Pero Spotify no solamente añade vídeo para facilitar la conexión directa entre los artistas y sus seguidores, sino que también dispone de herramientas para ello como canvas, clips, biografías, eventos en vivo y merchandising. Los visuales de canvas, por ejemplo, han demostrado -y según afirman desde Spotify- incrementar el compromiso de los usuarios, fomentando que compartan, guarden, o añadan canciones a sus playlists.
De cara al futuro próximo, desde Spotify esperan expandir tanto el catálogo de vídeos disponibles, como su acceso a más países, aunque no detallan si, además de para los usuarios premium que pagan una cuota mensual, estos también se encontrarán a disposición de los usuarios que utilizan el servicio gratis con el mismo modelo de monetización: insertando publicidad entre clips, en este caso en forma de vídeo.
También será interesante ver el nivel de uso de esta nueva funcionalidad en los dispositivos móviles (y, especialmente, los smartphones), empleados habitualmente con auriculares para escuchar música por la calle o en lugares en los que el usuario no está atento a la pantalla.
Porque disfrutar de un videoclip es, además de escuchar, ver, y para ello se necesita prestar toda la atención de la que uno es capaz.