¿Quién no ha soñado alguna vez con ser atendido por un aparcacoches como los que salen en las películas al llegar al lugar de destino? Particularmente, yo no, pues carezco de carnet de conducir (yo soy incluso más señor, preferiría tener chófer), pero seguro que muchos de los que leeis estas líneas sí.
Con menos 'glamour', la compañía francesa Stanley Robotics proporciona un aparcacoches robótico que presenta sus ventajas ante sus homólogos humanos, como es la de ahorrar espacio en el aparcamiento.
Y es que, si lo pensamos, los coches aparcados ocupan mayor espacio del que necesitan estrictamente. ¿Por qué? Pues porque los conductores tienen ese extraño vicio de abrir las puertas del vehículo para entrar y salir, cosa que no hacen los robots de Stanley. Extrañas costumbres humanas...
En vez de esto, los robots desarrollados por la compañía gala trabajan en parte como una grúa y en parte como un toro mecánico, sujetando las dos ruedas delanteras del vehículo y elevándolas, trasladando a partir de aquí el coche a su lugar de estancia en el aparcamiento. y de la misma forma, lo sacan de allí cuando el propietario viene a buscar su vehículo.
Al no necesitar de abrir las puertas para que salga y entre el conductor, los robots Stan (que es el nombre del modelo acuñado por Stanley Robotics) son capaces de aparcar un 50% más de coches aprovechando el mismo espacio, lo que permite absorber mayor demanda sin tener que ampliar las instalaciones.
Estos robots han sido pensados para su uso en grandes superficies y para un gran número de vehículos ya que, si no, el sistema no sale a cuenta. Concretamente, para aeropuertos, y hasta ahora Stanley se ha ganado contratos en el parking interior del aeropuerto parisiense de Charles de Gaulle en 2016, y con su primer modelo para exteriores, en el del aeropuerto de Lyon en 2017. Para algún momento de este año, se espera que se inicie una prueba piloto en el aeropuerto londinense de Gatwick.
Para los usuarios el sistema es muy simple: mediante una app en el smartphone es posible reservar día y hora para dejar el coche. El robot lo recogerá de una zona especial de entrega, donde lo dejará el conductor. A partir de aquí, Stan lo aparcará ahorrando espacio, hasta que el conductor vaya a recogerlo, algo que también se puede indicar a través de la app para que el sistema nos lo tenga a punto ya cuando lleguemos.
Sin lugar a dudas, con mucho menos glamour, pero mucho más práctico.