Relojes, chocolate, secreto bancario, cantos alpinos yodel, y fondues son algunos de los clichés que asociamos con suiza, a los cuales se podría añadir en unos meses la conectividad 5G en todo el país.
Suiza se convertiría, de esta forma, en el segundo país del continente europeo tras Finlandia en ofrecer servicios comerciales de conectividad 5G.
La red está preparada para ofrecer cobertura total o parcial en las principales localidades del país, como Berna, Ginebra o Zurich, y para finales de año, Swisscom espera poder ofrecer cobertura a nivel nacional, incluidas las zonas de montaña.
En un país con una orografía y una distribución poblacional como es Suiza, interesa especialmente llevar la conectividad a Internet de alta velocidad a las zonas montañosas, ya que allí vive una gran cantidad de población.
Swisscom llevó a cabo, el pasado día 10, una presentación ante la prensa del país e internacional, en la cual mostró una conexión 5G real funcionando a 1,86 Gbps, cerca de los 2 Gbps que permite la banda de frecuencias de los 3,5 GHz, liberada por la autoridad reguladora para la 5G, ya que antaño servía para las transmisiones en directo de televisión.
Para esta fase del despliegue de la infraestructura 5G, Swisscom utilizará frecuencias que permitan una amplia cobertura territorial, como es lógico.
Pero, para aprovechar estas velocidades, se requieren terminales con módems capaces de asumirlas, una nueva generación de dispositivos como el Samsung Galaxy S10 (una de sus variantes, con módem 5G, las demás montan un módem compatible 4G) o el Huawei Mate X. Por ello, Swisscom ha anunciado que pondrá a la venta el Oppo Reno (el primer smartphone con módem 5G de la fabricante china) este próximo mes de mayo.
Si bien Swisscom es la principal operadora suiza, no es la única, y Sunrise (la segunda en el mercado) también cuenta con infraestructura 5G en el país, con la cual ya cubre parcial o totalmente varias poblaciones.
¿Y Barcelona?
Con todos los respetos, pero antes va a disfrutar de conectividad 5G comercial toda Suiza que la capital mundial de la movilidad.
Y digo con todos los respetos porque el país helvético no es precisamente conocido como una meca de las startups tecnológicas, como lo son Londres o Berlín, ni acoge ningún gran evento tecnológico, al contrario de lo que le pasa a Barcelona con el Mobile World Congress.
¿Culpa de los suizos? No, ellos han hecho bien su trabajo, o muy bien (la valoración siempre tiene que venir a posteriori, aunque no dudo que la ejecución del despliegue ha venido después de un intenso estudio y unas razonadas conclusiones), lo que no ha acabado de funcionar es en Barcelona.
De una forma u otra, la capital mundial de la movilidad debería haber contado con 5G antes que cualquier otra o, por lo menos, a la par o muy poco tiempo después, y servir de banco de pruebas para esta tecnología.
Alguien debería explicar por qué no estamos a la cabeza.
